miércoles, 28 de diciembre de 2016

No sé qué hago enamorándome...

No sé qué hago enamorándome,
y lo peor, de ti...
de la niña mala,
del hielo y del frío.

No sé qué hago enamorándote,
luchando por un imposible,
tirando de tus "te quieros",
quizá solo por que te quiero yo;
soñando en tus besos dulces y tibios,
de tus manos flacas y tus abrazos fugaces.

No sé qué hago enamorándome,
no sé qué hago volviendo a sentir;
no sé que hago si la piedra me había invadido;
ni siquiera sé si lo hago bien.

No sé qué hago enamorándome,
no sé qué hago sintiendo tanto por ti;
no sé qué hago si no sé que sientes;
no sé qué hago si no me abrazas siempre;
no sé qué hago sonriendo cada vez que me ves;
no sé qué hago, quizá enloquecí.

No sé qué hago enamorándote,
solo sé que así soy feliz;
no se que hago enamorándote,
tal vez, tú sí seas para mí...

No sé qué hago enamorándote,
no sé qué hago enamorándome,
solo sé que si me das el sí,
todo este otoño será feliz.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Embriagado

La ginebra corre por mis venas;
el silencio se hace cargo de abrir las hecatombes;
el olvido se apodera de un cuerpo conocido;
la distancia y el tiempo son relativos.

Me pides que no te nombre,
que no te llame,
que no te busque...
tú misma rompes tu promesa,
el corazón late a tumbos sobre mi pecho embriagado;
miro tu espalda desnuda;
busca seducir y amar;
al final el que se enamora pierde,
pero qué es perder...
¿Perder es ganarte?
¿Perder es soñar contigo?
¿Perder es enamorarse?

Tú frío se confunde con el ambiente;
ese que hace titilar mis sentidos;
que sin embargo aviva mi flama;
mi llama que busca quemarte;
que busca ser lumbre en tu pecho;
que pide a gritos incendiar tu ser.

Al final quedo a expensas de ti... otra vez;
de tus besos y tus sueños;
de tus piernas firmes y tu espalda sensual;
de tus anhelos y aventuras;
de tu amor y tu erotismo;
de estas ansias malditas que tengo de amarte. 

lunes, 19 de diciembre de 2016

Tu cabello

Detrás de él te escondes cuando no quieres mirarme,
te envuelve tranquilo mientras cae sobre tus hombros,
juegas con él mientras conversamos.

Me gusta cuando es suelto,
libre como tus ideas,
fugaz como un cometa,
feroz como el mar,
con ese color avellana que endulza mi mirada,
ese espacio que me hace pensar en terminar mis noches.

Me gusta verlo alborotado,
como tu coraje,
cuando vuelas hacia tus sueños, 
cuando me miras tranquila,
cuando emprendes tu vuelo.

Me gusta ver cuando lo peinas,
la forma en como dibuja tu bello rostro,
como le da forma a mis sueños,
esos sueños que me imaginan acariciándolo;
cuando define tu rostro preciso,
haciendo juego con tu mirada profunda.

Me gusta tu cabello,
porque es la envoltura perfecta de tus ideas, 
porque es quien te cubre de los fríos,
porque es quien me inspira a escribirte,
porque es algo que adoras.

martes, 13 de diciembre de 2016

Labbra

Como una delicada curva nacen en ti;
sutiles y parsimoniosos;
suaves y tersos,
poderosos y potentes;
son esa instancia que provoca mi deseo.

Es aquél sagrario de tu palabra,
de tus besos,
de tus sonrisas perfectas,
de esa manera que tienes de tomarme.

Me encanta verlos cuando me hablas;
como liberan las maravillas de tu mente,
como me invitan a quemarlos con un beso,
a profanar esa pureza que denotan.

Son aquella prisión en la que busco estar;
esa magnífica sensación cuando me nombran,
los perfectos lugares para mis besos,
aquél umbral que desborda mi deseo.

Sabes que muero por besarlos,
porque cada día pronuncien mi nombre;
por verlos sonreír despacio mientras me miras.

Es aquél lugar en donde olvido mis penas;
aquel faro que ilumina cuando sonríes;
el manantial de mis fantasías;
sutiles y peligrosos como un leopardo al acecho.

Son tus labios mi destino... 

domingo, 11 de diciembre de 2016

Brillando

Como un haz de luz te colaste en mi vida;
aquel umbral de oscuridad, de soledad y misterio;
llegaste alumbrando el camino;
sorprendiendo como una bella explosión;
llenando de luz cada ápice de mi ser.

Llegaste brillando,
con esa luz tan tuya que surge de tus ojos seguros;
con esa seguridad intempestiva de tu voz suave;
con el sincero sonido de tus palabras.

Iluminas el sendero,
calientas el ambiente,
eres ese faro que alumbra los pensamientos;
aquella luz que guía mis letras;
esa brillante sonrisa que te caracteriza;
ese dulzor tan tuyo en tus actos de ternura;
esa poderosa mirada que me atraviesa la vida.

Y ahí estás tú, 
brillando con luz propia,
eres ese astro que me hace rotar en torno a si;
mi sol; aquél orbe que calienta mis mañanas;
la sincera caricia al despertar.

Y así llegaste tú a mi vida;
brillando en plena oscuridad.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Me pides que te llame amiga...

Me pides que te nombre amiga,
que desfachatez la tuya,
sabiendo que mi alma muere por tu calor,
sabiendo de mi lucha por tu amor.

Me pides que te diga amiga,
y yo simplemente sé que no es lo correcto,
el alma derritiéndose por mis letras lo sabe.

Me pides que te vea como una amiga,
pero sinceramente no puedo;
si el corazón se acelera cuando te escuchó hablar,
si la voz se quiebra cuando te miro pasar.

Me pides que te llame amiga;
me pides que acepte a un rival;
me pides que evite este sentimiento;
me pides que deje de ver luces mientras caminas;
me pides que deje de sentir;
me pides imposibles,
y aún con esa desfachatez, 
me pides que te nombre amiga.

Me pides que te llame amiga;
pero sé que lo haces para motivar;
me pides que deje de verte como te veo;
me dices que no sabes porque este momento;
me dices que te hago dudar;
mientras tu voz calla tu mirada grita;
«no te atrevas a decirme amiga»
y yo como un tonto le creo;
no puedo llamarte amiga... 

sábado, 26 de noviembre de 2016

Huracán

Te acercas peligrosamente;
mi corazón es esa playa que te espera,
que ya se declaró en desastre,
que sabe que llegarás a él,
consciente de todos los cambios que vendrán.

La marea sube, 
las nubes se juntan y remolinean;
tus ojos me miran,
tus labios me tocan despacio;
derrumbas las murallas de mi hastío;
tus vientos surgen desde tus pestañas,
la fuerza desde tu corazón;
llegas, 
chocas con mi idea de no amar,
como un huracán me arrancas las erróneas ideas de cariño;
tu nombre retumba diez, cien, mil veces;
eres la noticia en mi mundo;
un huracán con ojos bonitos a tocado tierra.

Eres el huracán perfecto que me cambia el horizonte;
aquella hermosa catástrofe con nombre de mujer;
el ciclón que me vino a hacer temblar la vida;
aquel huracán que hoy ya estoy queriendo,
con vientos envueltos en tu hermosa voz; 
el huracán con nombre de mujer que quiero yo...

martes, 22 de noviembre de 2016

Quiero un café contigo...

Quiero un café contigo,
de esos en que conversamos de tanto,
de esos en que el tiempo no importa,
un café que dure hasta que quieras.

Quiero un café como el de tus ojos,
uno que me envuelva de tibieza,
uno que me invite a adorarte,
un café que me invite a soñar.

Quiero un café contigo,
uno que me enseñe tus virtudes,
uno que me muestre tu perfección,
uno que me invite a amar tus imperfecciones,
uno que me alivie el dolor.

Quiero un café contigo,
uno de esos que no terminen,
un café que nos dure toda la vida,
un café que me invite a amarte.

Quiero un café contigo,
un café que sea la introducción,
un café como prefacio,
un café que me ayude a conocerte,
un café que me haga soñar contigo,
un café con tus besos.

Quiero un café contigo,
porque dicen que el amor, sabe a café. 

domingo, 13 de noviembre de 2016

Sabía que me tenía que enamorar de ti...

Sabía que me tenía que enamorar de ti,
de esa suave sonrisa que formas,
de tus delicadas manos,
de tu forma de reñir por cualquier cosa.

Sabía que me iba a encantar tu voz,
esa sutil manera que tienes de mirar,
de mover tu cabeza,
de mecer tus cabellos.

Sabía que me enamoraría cuando te vi,
de esas mejillas rosadas,
de tus ojos profundos y sinceros,
de tu elegancia y serenidad.

Sabía que iba a caer,
lo supe desde que me llamaste,
con ese sutil beso que corrió por mis mejillas,
con esas dulces palabras de tu boca.

Sabía que me enamoraría de ti,
de tu forma de ver la vida,
de tus pies sobre el pavimento,
de tus metas sobre el cielo,
de tu manera de inspirarme,
de tu forma de regañarme,
de tus enojos,
de tus misterios,
de esa mujer que aún no termino de descubrir.

Sabía que me tenía que enamorar de ti...

sábado, 8 de octubre de 2016

Insoportable...

Tu recuerdo me persigue,
te nombra en el vals que bailabas en la cocina;
en ese susurro que se cuela por la ventana;
en el silbido de la cafetera;
tan insoportable el recuerdo,
ese de tu respirar pausado sobre mi pecho,
ese que se mete en mi mente mientras no estás,
el mismo que me recuerda el limpio viento otoñal. 

Es insoportable despertar sin que tu estés,
sin tus tiernas rosas sobre el jarrón,
sin tus trigueñas caderas sobre el edredón,
sin tus muslos tibios y sedosos,
sin tus ojos tan pacíficos;
esa desesperación de no verte otra vez.

Ese maldito sentimiento de vacío,
de comer sin hambre,
de besar sin ganas,
de hacer el amor y que no seas tú;
ese mismo que me maldice desde que no estás,
con el sabor impuro de tu ser,
de tu sonrisa después de pecar;
de tus besos en mi pecho al terminar;
del humo de tus cigarros cuando terminas;
ese sentimiento de callar que te extraño.

Es insoportable el pensar que no estás;
que no estás y que sigues viva;
que sigues viva y que eres libre;
que eres libre y eres feliz;
que eres feliz, sin mí. 

martes, 4 de octubre de 2016

Trigueña

Gota a gota el sol te baña,
dora tu piel blanca como la nieve,
la dota de ese color dorado,
ese color que combina con tus sueños.

Tu mirada, ese cielo donde se puede volar,
el lugar donde salto al vacío cada noche;
en donde encuentro confort para amar;
la eternidad perdida en tus pupilas.

Ese color a tierra bravía que ahora tiene tu cuerpo,
ese paisaje trigueño que me invita a cosechar,
a comer de el,
a polinizar cual enjambre;
a vivir en ese trópico perfecto de tu vientre,
aquél triángulo perfecto de pasión;
el lugar donde se esconde el misterio de la vida,
de mi vida y mi muerte entre tus brazos.

Tú estás tranquila, ahí, tomando el sol;
llenándote de su poder,
dorándote de belleza,
sonríes, sabes que te miro;
sabes que te hago poesía;
sabes que vivo de ti, de ese dejo de inocencia de ti;
de tu bonito e ingenuo rostro,
de tus pecas y tus lunares.

En fin, a veces quisiera ser el sol,
tan solo para llenarme de ti. 

domingo, 18 de septiembre de 2016

Ma came...

El sabor de tu ser se desliza por tu cuerpo,
la magia de tu esencia exuda por tus poros;
me inunda, me llena y me moja,
me enerva;
me eleva a un nuevo sitio;
me vuela y me ilumina;
me serena y me acelera;
me transforma y me trastoca;
me regenera.

El vicio de tu ser,
el sabor enervante de tus caderas húmedas;
el aroma de tus cabellos mecidos en el viento;
la forma de tu figura desnuda frente a mí,
tus pechos pequeños y perfectos,
tus valles salvajes que invitan a pecar,
tu sonrisa inocente y traviesa,
los hoyuelos de tus mejillas,
tu espalda baja,
tus torneadas piernas que miden sesenta y cinco besos;
la sensación de tu piel erizada,
tus gemidos en mi oído.

Mi sensación de placer y deseo,
mi culpabilidad y temor,
mi vicio y mi placebo,
mi vida y mi locura.

Mi enervante dosis de ti,
aquella que me matará,
que me tiene al borde,
mi vicio... tu es ma came. 

martes, 6 de septiembre de 2016

Nudo en la garganta

Me dices vete,
que no quieres ver mi rostro triste;
me dices que te vas,
me dices que no quieres herirme,
que no me mereces, 
que al final estas llorando.

Me dices tanto y al final mientes;
escribiendo en la distancia sobre estrellas,
mintiéndome a cada segundo;
esperando el desenlace.

Tragándonos algo que sentimos,
tratando de no sentir el amor,
callando al corazón,
pidiendo al cielo no enamorarnos,
sabiendo lo inevitable que es eso.

Al final me pregunto cómo no enamorarme,
cómo no querer quitarte con amor la ropa;
me obligo a decirte que no te enamores,
callando lo que siento,
pidiendo por ti y por tu olvido,
susurrándole al dolor tu nombre.

Y al final estoy herido,
cantando sin cantar estás letras,
brotando tinta de mis venas,
enamorándome de una idea... 

domingo, 28 de agosto de 2016

Sin esperar...

Juraba sobre ti,
mi fundamento es la fe que tengo en tus piernas,
aquel par que me disponía para si,
que me alumbraba en cada paso que daba,
monumentos erigidos a la estética,
fulgores de esa fricción que provoca mi deseo.

Luego caminaba sobre tus labios,
aquellos límites del vórtice que me atrapa,
reducto de palabras preciosas,
vorágine de poesía en simplicidad,
sabor a mar y fresas, 
aquél sagrario de tus palabras y de las mías.

Deslizándome sobre tu vientre encontraba mi alma,
ahí donde tu piel escribe en letra de ciegos mi historia,
el umbral que envuelve tu deseo y tu sexualidad,
aquél valle vivo y fértil que emana sensualidad. 

Colgado en tus caderas moría,
reviviendo de vez en cuando,
siendo el arrebol de tu encanto sexual,
aquellos espacios perfectos para mis manos,
para sentir tu movimiento, 
para amar.

Y así te puedo describir cada espacio de tu cuerpo,
de tu sensualidad bendita al tenerla para mí,
de tu deseo sorpresivo al amarnos,
de tantas cosas que soy yo a través de ti.

Así, te puedo hacer poesía,
sin esperar que la leas;
sin contemplar tus ojos brillando mientras sonríes,
sin capturar tu suspiro mientras me piensas,
sin esperar, que sea para ti... 

martes, 16 de agosto de 2016

Átomo

Termine desagregándote,
amando cada átomo de ti, 
cada partícula de tu cuerpo frágil,
de tu sonrisa que se vuelve magia.

Vivo jugando a descomponerte,
a amar cada instante de tu ser,
como ese reloj de arena que camina lentamente,
con cada segundo de tu vivir.

Siento pasar la vida mientras te disuelvo,
mientras amo cada ápice de ti,
mientras descubro en tus fragmentos mi vida,
buscando tus fractales en mis sueños,
bebiendo gota a gota de tu esencia,
soñando ser parte de ti.

Noche a noche termino formándote de nuevo,
uniendo partícula a partícula, 
beso a beso de tu boca,
centímetro a centímetro de tu piel,
deseo a deseo de esta pasión.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Tu escribidor...

Suaves caen las gotas tras la ventana,
idénticas a tus caricias tibias sobre mí,
a la pálida sonrisa que me llama,
al sudor sobre tu espina.

Sabes a sal,
como ese mar que se abre frente a mí;
eres dura y potente,
como la ola que rompe en el malecón. 

Y es así, como llueves sobre mí,
sobre mis brazos que te esperan,
sobre mi pecho abierto ante ti,
sobre mis mejillas paralizadas,
sobre tus recuerdos que me rondan,
sobre tu piel.

Llueves, es esa humedad que me inunda,
que nace de ti,
que baja por tus muslos y me une a ti,
el elixir que calma mi sed de amarte.

El deseo se desborda como un río,
como la parvada que busca el sur,
como aquél calor que mana de ti,
de tus dedos con los que entibias mi cuerpo.

Y al final estoy aquí,
tu fiel escribano que se siente poeta;
tu capataz sin tierras que mandar;
tu barco encallado,
tu viajero sin boleto;
tu escribidor que tan solo te quiere amar. 

domingo, 31 de julio de 2016

Valentía

¿Te cuento un secreto?
Mientras susurraba poemas hacia el viento
sentía tu mirada sobre mí,
aquella sonrisa impaciente entre la gente,
aquella misma que me atrapó entre versos.

Mirabas como tratando de descubrir más allá;
me desnudaste;
me viste tan diferente mientras todos lo hacían igual;
sonreías, cantabas y sentías.

Aquellos mares profundos y hermosos se clavaron en mí;
en mis nervios sosteniendo mis palabras;
en aquel guiño que te di. 

La distancia separó tu mirada de mis letras;
el camino hizo claudicar el insensato sentido de llamarte,
de esperar un imposible en el tiempo.

De pronto, la celeridad de tus nervios me sorprendieron;
palabras bastaron para sentir de nuevo;
los latidos disparados fueron la señal;
la valentía de sentir, de soñar;
la sonrisa irreprimible que nace desde el interior.

Y ahora aquí estás, aquí estoy,
sonriendo desde mi ilusión;
escribiéndole a tu valentía de no callar;
al valor de sentir y hacer sentir;
al coraje de arrancarme sonrisas;
al arrojo de intentar enamorarnos;
a la osadía de romper paradigmas.

Escribiéndole a tu hermosa valentía de intentar. 

martes, 26 de julio de 2016

Pronombres.

Solo fuimos pronombres;
leyendas e ideas que no ajustician nuestra situación,
vociferantes y errantes entes que decían amarse;
al final solo conceptos que no logran explicarnos.

¿Por qué es tan difícil nombrar una situación?
¿por qué cada paso que das estás más lejos y te acercas más?
¿Por qué esta perfidia de mi corazón al amarte?

Después de todo, tan solo soy un andariego;
un vagabundo trotamundos que eligió tus ojos para hogar,
esos que solo lo miraron una vez;
que eligió tu voz como su melodía,
misma que se convirtió en su himno y marcha;
que eligió tu pecho como refugio;
aquél que solo le daba placer.

Y al final solo fuimos pronombres;
yo, tú, nosotros...

lunes, 18 de julio de 2016

Sepulturero

Adiós, susurran los árboles mientras camino;
saben de ti, saben de mí;
saben de este amor que no pudo ser;
de esta historia que no se cumplió.

Hay vasos sucios en la cocina;
botellas vacías se erigen por la casa,
son los epitafios a los besos que no te di, 
monumentos a este sentimiento moribundo,
a este amor que espera el tiro de gracia.

Las gotas de lluvia mojan las ventanas, 
esas que cubrías con solemnidad,
las que envolvías en seda y satín;
esas donde me esperabas llegar,
esas que hoy parecen llorar desconsoladas,
esas que me preguntan por ti cada amanecer;
aquellas que por las noches me dibujan tu silueta;
las mismas en donde estrello mi bocanada de humo.

Hoy la soledad me grita tu nombre;
aferrado a un sentimiento la callo,
esperándote,
sabiendo que no volverías,
remendando mi corazón hecho añicos;
resarciendo la herida de mi pecho;
condenando a galeras mis sentimientos;
sonriendo roto por tu amor fugaz.

Y estoy aquí, hablando con la tumba de nuestro amor;
con un rosario en una mano y la botella en la otra;
escuchando tu nombre en las bohemias de mi guitarra;
imaginando que bailas por burlerías en la casa;
jugando al sepulturero de mi corazón herido.

domingo, 10 de julio de 2016

Te amo... Así.

Yo te amo con los silencios;
entre los vórtices de tus caderas; 
junto a tus afilados nudillos,
te amo en medio de tu cejas.

Te amo en el coraje;
con la soltura de tu vaivén al caminar;
encima de tus pechos desnudos;
enjugado en la humedad de tu ser.

Te amo en la soledad;
desde esta mente que te piensa;
desde el beso que me mandaste un lunes;
desde aquél balcón donde hiciste lluvia.

Te amo desde el recuerdo;
con la melancolía pegada en los ojos;
con un beso jalando del gatillo;
con mi boca repleta de tu miel.

Te amo, mientras estoy;
te amo, mientras me dejas;
te amo; mientras lucho;
te amo; mientras me olvidas;
te amo; mientras te llevo;
te amo... Así. 

lunes, 4 de julio de 2016

Remembranza.

Tenía más historias en sus ojos;
tenía más caricias en sus manos;.
tenía más palabras en su boca;
tenía más besos en sus labios.

Solía callarme cuando gritaba;
miraba a la ventana mientras fumaba;
corría mientras llovía;
cantaba mientras el silencio reinaba.

Tenía más luz en sus velas;
tenía más caramelos en sus mejillas;
tenía más valentía en su corazón;
tenía más esperanza en su amor.

Solía hablarme al oído;
me daba la espalda desnuda para abrazarla;
apretaba las piernas contra mí;
besaba mi pecho.

Tenía más deseo en sus venas;
tenía más ganas en su pasión;
tenía más humedad en sus valles;
tenía más sonrisas para mí.

Solía ser ella...
Tenía más para darle... 

martes, 28 de junio de 2016

Culpable

Me refugié en ti,
en esa cerrazón y terquedad,
en mi continuo placer por atarme,
en ti, la imagen de la necedad.

Me refugié en ti,
en aquellos ojos claros y fugaces,
en aquellas miradas perdidas,
en tu continúa forma de amarme.

Me refugié en ti,
en este amor que te tengo,
en este odio hacia ti,
en nuestras locuras y en nuestros besos.

Me refugié en ti,
aún sabiendo de las ruinas,
ahí esperando el estallido,
solo ante el derribo.

Me refugié en ti, 
en tu anochecido pelo,
en tus mareas brutales,
en tus valles y volcanes.

Me refugié en ti,
por la necesidad de no dañarme,
para culpar a alguien,
para no llorar este alargue.

Me refugié en ti,
terminé por amarte,
por deshacer todo el concepto de ti,
por empezar a extrañarte.

Me refugié en ti
y terminé por adorarte. 

miércoles, 22 de junio de 2016

Detrás de la mirada...

Podría hablarte de la hermosura de tus ojos,
de esas dos almendras suculentas que engalanan tu rostro;
de aquellos mares de miel que me ahogan;
del inefable dulzor de tu mirada.

Pero no, no quiero hablar de lo que todos saben;
prefiero decirte que hay algo que esconde tu mirada;
que desde su profundidad se puede ver tu valentía;
que detrás de esos hermosos ojos hay una mujer.

Prefiero imaginarme hablando a través de tus ojos;
mirarme sencillo reflejado en tus pupilas,
sonreír despojado de mí, mirándote.

Mejor contarte que desde que los vi hay una esperanza;
que de la sencillez de tu charla descubro mundos;
que es en tus letras donde yo me divulgo.

Así prefiero descubrirte, descubrirme;
a través de ti, de tu mirada;
de aquél vacío lleno de emociones,
hermosa contradicción;
de tu rostro de niña que enmarca tu madurez;
de tu sonrisa inagotable frente a la vida,
de tu entereza y de tu virtud.

Descubrir a la mujer, detrás de la mirada. 

martes, 14 de junio de 2016

Isla

Me desenredo en las salinas de tu vientre,
aquel valle salado que me cubre,
con la luz de tu ocaso sobre mí,
aquellos ojos diáfanos y misteriosos.

Desde tus muslos veo la inmensidad;
cerca de donde se encierra el misterio de la vida,
aquel secreto que sabe a pecado y placer;
me sonríes mientras te contemplo.

Sombrías montañas yacen en tu pecho;
perfectas altitudes que redondean tu corazón;
titubeantes colosos que se mueven al compás de tus pasos.

Y luego están tus piernas;
aquél bello par que me roba los sueños;
kilométricos caminos que recorro con mis besos;
el sendero hacía el lugar prohibido.

Así, como una isla te eriges ante mí;
con la profundidad de tus aguas en aquellos ojos claros;
con la espesura de tus olas color azabache;
con la sonrisa que ancla mis más grandes sueños.

Así, como un corsario llego hasta ti;
para conquistar esa tierra de ensueño;
para mancillar la virginal playa posándome en ella;
para amar a la musa que se esconde en sus arenas. 

jueves, 9 de junio de 2016

Dudas.

Algunos días me pregunto tantas cosas:
¿qué haría yo sin ella?;
¿le habrá llegado mi carta?;
¿qué hacía antes de querernos?.

A veces las preguntas me agobian:
¿estará bien?,
seguro ya comió; 
¿con quién será feliz? 

Las dudas vehementes me invaden:
¿de verdad me querrá?;
su sonrisa es perfecta, 
¿será por mí?

Y luego llega, me abraza,
las dudas se disipan,
¿sabe a miel?
ojalá nunca la vea marchar.

lunes, 30 de mayo de 2016

Solías...

Solías susurrarme al oído «te quiero»,
junto a tu mano rondando mi ser,
respirando tranquila sobre mi pecho,
derrumbando las barreras que creé. 

Solías convertirte en pureza,
aquellos días al amanecer,
desnuda derramando tu esencia,
caminando me hacías estremecer. 

Solías recordarme que tu eras mi alma,
esa niña que me hace creer;
la mujer que me llena de calma,
con los besos que no puedo tener.

Solías ser tú quien miraba tranquila,
que noche a noche me hacías crecer;
aquella estrella que hoy ya no brilla,
esa diosa a la que aún tengo fe. 

domingo, 22 de mayo de 2016

Despojos.

Tenías el mar entre los ojos,
me lo decía locamente tu mirada,
aquél vacío repleto de vastedad;
prisión inexplicable de mis sueños.

Suavemente caías como el ocaso en mis brazos;
noche a noche tus claros de luna me miraban,
sedientos de mí, de mis argumentos vagos;
o de ti y tu falsa intención de escucharme.

Detrás de las cadenas estaba mi alma,
aquella sujeta al vaivén de tus caderas perfectas;
misterioso centro de gravedad de mi triste planeta,
la fortaleza que refugiaba mis corazones rotos.

Con tus suaves gemidos ambientabas mi noche,
con esa dulce humedad escurriendo por tus muslos,
con tus dedos en mi cabello,
con tus pechos desnudos como mi almohada;
argumentos con los que me aferraba a ti,
a la sedienta ansiedad de mi ser por tomarte,
por atarme a ti, 
por saber de ti.

Y ahora aquí, juntando los despojos del ayer,
sonriéndole hipócritamente al espejo,
desnudo ante la hecatombe del silencio,
murmurando a gritos tu nombre,
sonriendo, al final, fumando mientras te espero.

martes, 17 de mayo de 2016

Paraíso

Me pierdo en el ocaso sobre tus pechos,
ese horizonte que se creó en mi mente;
sofocado en el manantial de tu vientre,
cobijado por el calor de tus muslos.

Sonriente me miras mientras respiro desnudo,
al final tu sonrisa me refleja la belleza del pecado;
el sabor de deseo que acaba de impregnarme el alma,
a estrellarme contra el piso.

Tan sutil soy que quepo entre la distancia exacta entre tus senos,
indefenso como un pequeño cachorro; 
tan magnánimo cuando estás entre mis brazos,
poderoso como el rey frente a su ejército.

Eres tú, mi pachamama,
el origen y el fin;
mis anhelos y mis rezos,
esos rezos ateos y sinceros;
mis sonrisas idiotas de adolescente enamorado,
los sutiles mensajes de amantes en botellas lanzadas al mar;
la mirada de los sillones que han visto pasar a las putas;
el bandoneón que acurruca con su ritmo la pasión del tango.

Eres tú, aquél paisaje que retrato en mi mente;
aquél mágico lugar entre mis pasiones al que siempre vuelvo,
la aurora que alumbra mis campos;
el arrebol que me incendia el iris.

Paisaje divino, diosa en imagen...

martes, 10 de mayo de 2016

Signora...

A Ana Santos

Sigo pensándote,
cada que necesito paz,
cada que hay suplicio,
al final siempre estás.

Tus suaves manos que me abrazan,
ese tacto que reconforta,
que alivia,
que me devuelve la vida.

Al final del día siempre está tu figura;
silueta inolvidable;
reflejo del primer amor intrastocable;
 susurro de ternura.

Está en ti mi fuerza,
la cura de todas mis nostalgias,
aquella de mis rodillas raspadas y sangrantes;
de mi primer corazón roto;
de mi primer borrachera.

Está en tu mirada el orgullo, 
aquél poderoso túnel que me inunda de certeza,
aquél rayo con el que me decías que todo va estar bien,
tu sonrisa infaltable cuando sentía que me quebraba.

En tu vientre conocí la poesía;
tus suaves palabras que calmaban mi llanto;
el toque mágico de los arreboles,
ese que intento reproducir cuando te abrazo;
aquél sabor a cielo que me dejan tus besos.

Hoy por ti y para ti estoy,
desde siempre y hasta nunca;
con la certeza de que eres mi primer amor;
con la agonía de no saberte eterna.

Hoy por ti estoy,
por y para ti, señora,
mujer valiente que afronto al destino;
eres la prueba de que Dios me ha querido. 

miércoles, 4 de mayo de 2016

Vivo

Vivo en una alucinación eterna de tenerte;
de vivir de tus sonrisas fáciles y dúctiles,
de ser presa de tu vehemencia al amar;
vivo, así ligero pensando en ti.

Saboreando las migajas de tus te amos susurrados,
la sensación vital de mi piel rozando tu cuerpo;
recitando sin parar el poema de tus ojos verdes.

Y aquí me sigues teniendo,
viviendo,
atado a un fracaso,
amando en la distancia,
lamiéndome las heridas,
cicatrizando sin quererlo hacer.

Por eso vivo
-si a esto se le llama así-
confiado en la paz de tus pasos ahora lejanos;
conjurando el futuro desde tus caderas;
sediento del manantial de vida entre tus piernas.

Por eso vivo, así sin vivir,
con la abrupta necesidad de tenerte,
con la sonrisa chueca desde que no estás;
pero aquí sigo... Vivo.

jueves, 28 de abril de 2016

Y sigo...

Suaves susurros de tu boca son las nubes,
pávidas, solemnes, sinceras;
quebrantos de tus sueños que se disparan,
vuelan sobre mi cabeza y pincelan mi cielo.

Sonrisas fugaces y eternas; 
corazones mitigantes;
preludios de pasión;
ojos lindos y encendidos.

Eres la ilusión,
aquella que me trae uniendo retazos,
conjugando versos sobre tus caderas;
sonriéndole al destino cuando te pienso.

Y luego como una coincidencia te cruzas,
con aquél rostro angelical y tu alma de niña,
con esa figura de diosa;
virtud de fusionar la ternura y la pasión,
el deseo y el más profundo respeto.

Eres tú, esa sonrisa que se esconde en la inocencia;
de aquella sensualidad innata en tu cuerpo de mujer;
de aquella pasión con la que velas tus sueños;
de aquel amor que escondo en mi pecho.

Y sigo bocetando en letras tu figura de mujer, tu rostro de niña,
tu sonrisa perfecta, tu voz tierna.

Y sigo... 

jueves, 21 de abril de 2016

Otra vez...

En el silencio distingo tu voz;
será la calma o mi necesidad de ti,
de tu cuerpo tibio abrazándome,
de tus labios dulces dándome de beber,
de tu deseo.

Será que te alucino mientras fumo;
dentro del humo descubro tu silueta,
tus cóncavos espacios,
tus perfectas curvas imperfectas;
tu desazón al amar.

No sé que hago frente a ti, otra vez,
en esta epifanía brutal de tus pechos,
de tu boca carmesí encendida como una brasa,
soñando en mis letras;
alentándome de nuevo en la bohemia,
soñandome trovador y poeta.

Escribiéndote de nuevo,
pintándote a versos sobre la hoja blanca,
desprendiéndote de mi mente con trago en mano;
de este sentimiento eterno que aborrezco,
que amo.

Será simplemente el masoquismo,
aquél de amarte y no decirlo;
de saberte en otros brazos,
de ilusionarme mientras no estás.

Escribiendo imposibles desde la razón;
escudriñando las razones, los motivos,
las misivas en blanco que dejaste;
aquél labial con el que no me besaste.

Y aquí estoy, escuchando tu voz,
en silencio, en calma, en paz;
Una realidad alterada donde no estás, 
y sin embargo te siento.

Maldita sea. Otra vez. 

martes, 12 de abril de 2016

Conjugados.

Fuimos, fuiste, fui;
esa historia condenada a no ser;
una pasión inmersa en tus muslos dorados;
poder y licencia;
sabor y sonrisas.

Fuimos ese cuento de Beethoven,
ese poema de Hawkins,
la sinfonía de Nietzsche;
esa maldición de lo que no es.

Fuiste la presencia bendita;
suave angel de la muerte,
escalera al cielo que me inunda el alma;
muslos firmes y pechos serenos;
sonrisas de cristal y orgasmos supremos;
fuiste mi especial emoción.

Fui, poco a poco;
sonriendo roto mientras me dices adiós;
el hombre más fuerte que te amó;
la sonrisa de complicidad después del amar;
el humo subiendo por tus caderas;
fui, así sin ser.

Fuimos, fuiste y fui...
La historia de un amor conjugado

viernes, 1 de abril de 2016

Fénix

Hay algo roto en mí,
en mis letras que no fluyen;
en mi mirada perdida; 
en fin, algo roto en mí.

El espejo me miente, 
trato de esbozarle una sonrisa;
el maldito me la responde,
trato de encontrar quien soy.

Después de todo el estar roto no es malo
-me digo intentando convencerme-
el whisky y el cigarro saben igual.

El humo se usa para disipar las ansiedades,
el alcohol, supongo, para resquebrajar las penas;
el resultado es una soledad que te busca reparar el alma.

Es por eso que hoy escribo con el ego lastimado,
con las heridas abiertas y respirando por ellas;
buscando surcir mis llagas en letras, en humo o alcohol.

Descubriéndome a través de las heridas,
renaciendo de las cenizas, 
levantándome desde las ruinas. 

miércoles, 30 de marzo de 2016

Predadora.

Desde lejos me mira;
lo sé por su sonrisa,
nunca aprendió a disimular.

El ambiente se embellece,
de sus pupilas brotan flores;
en su ser lleva escondidos amaneceres;
entre sus piernas los arreboles fluyen,
en sus pechos hay volcanes de pasión.

Se acerca a mí,
tal como la primavera en los días de marzo.

Se acerca, 
yo no sé que pensar;
me arrebata;
soy presa fácil de su instinto carnívoro;
de su naturaleza predadora,
de su poder sobre mí. 

Al final soy solo un alfil, su presa;
ella la reina, mi cazadora;
al final soy yo el rey, su cazador. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Los dioses no saben amar...

Te sigo sintiendo,
húmeda, cálida, pasional;
con el deseo en la boca,
llamándome desde el horizonte de la habitación;
convenciéndome que no eres una diosa,
me estrellas un «los dioses no saben amar, yo si» en el pecho.

Me cuestionas y contestas sola;
sabes que te amo;
que te deseo, que eso aún es peor; 
que soy tuyo.

Que habito tus senos perfectos y redondos;
que nado en tus pupilas dilatadas;
que tu sonrisa es mi arrebol;
que mientras te amo me siento libre,
con una maldita libertad efímera en tu vientre.

Me haces tuyo;
me despojas.

Simplemente no puedo alejarme de ti;
de esas medias que llegan a tus muslos,
de tu caminar hacia la cama,
de tu anochecido pelo sobre mí,
de tu cadera cadenciosa mientras estoy en ti.

Estoy enamorado de ti; 
de esa anárquica figura de tu silueta;
perfecta muestra de la belleza de la simpleza;
no hacen falta leyes ni reglas
tú haces paz con miradas,
guerras con gemidos,
treguas con besos.

Eres esa sensación de plenitud.
Eres mi Estado y mi nación,
mi excepción y mi dictadura.

Todo por tus muslos cálidos,
porque al final me regañes;
me grites sonriendo,
me ames... Como siempre. 

miércoles, 23 de marzo de 2016

Ella

Ella hablaba de amor como si no lo hubiese sufrido;
era un eufemismo,
aquella fémina sabía que lo era.

Se demolía el corazón cada noche,
y con él, el mío;
ella aún hablaba del amor,
no sabía si creerle.

Ella era así, como una flor;
con esa belleza efímera en su ser,
con la cobardía de fallar;
pero aún tenía el coraje de volver a amar.

Ella era así,
como la contradicción eterna;
el sol y la luna;
el bien y el mal;
la pasión.

Ella era mi deseo,
una diosa de carne y hueso;
ella era la ofrenda que tenía a los dioses;
mi eterna amante;
ella era la sensualidad.

Ella era pechos redondos y perfectos;
era musa de muslos firmes y húmedos;
ella era la razón de mi poesía;
era mi desquiciante placebo.

Ella era única;
de esos amores únicos;
tan singular y a la vez tan del montón.

Ella era un sol.
Ella era, sin mí.
Ella era mía.

Ella es...

lunes, 21 de marzo de 2016

Dejarás de ser poesía.

Ojalá no pudiese escribirte;
que de mi mente no brotaran versos de ti,
de tus labios afilados y sedosos,
de tu cuerpo que se lee como una oda;
de tu sonrisa que envuelve misterios en un silencio;
que dentro de tus pechos no brotara mi paz.

Ojalá no pudiese sentirte como te siento;
como una elegía,
con este dolor de no besarte.

Ojalá dentro de tus versos no cupiera yo;
que entre tus ojos encontrara ese punto final,
que la luz de tus palabras me llevaran al destino,
que esta novela tuviese final.

Ojalá pudiese prescindir de escribirte; 
de convertirte en mis noches en un acto de fe,
de sacarme la tinta de mis venas, 
de dibujarte sobre el papel en palabras;
ojalá dejara de hacerte poesía...

Ojalá dejaras de ser poesía.
espero dejar de escribir,.. de ti.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Ojalá.

Ojalá alguna vez pueda callarte a besos;
susurrarte que te amo,
sentir tu dulce vientre sobre mí;
acunarte sobre mi pecho.

Ojalá tú nunca te apartes de mí;
de esta boca que te clama;
de este terrón de hombre que se desmorona sin ti.

Ojalá te pierdas, 
te olvide dentro de un beso,
ojalá me sientas en una resaca;
ojalá no dejes de amarme.

Ojalá te dejes dentro de mí;
ojalá recibas la caricia del viento;
me pidas en ti.

Ojalá me sonrías,
ojalá no me odies;
me ames...

Ojalá. 

domingo, 13 de marzo de 2016

Confesión desesperada.

Te amo... 
Lo sé; o tal vez no.
Te siento, te quiero.

Te amo...
Sin importar en donde estás.
Con el sabor de labios anteriores.
Con las huellas del deseo en tus manos.
Con tu tibio saludo a mi madre.

Te amo...
Como se hace solo una vez.
Como se le escribe al amor.
Con la pasión de ti.

Te amo...
Tal vez no lo diga.
Tal vez solo lo escriba.
Lo hago desde que te vi.
Cuando robas mis sonrisas.
Cuando me dices que no fume.
Cuando me dices «tengo frío».

Te amo...
Con la soledad del mar.
Con la vehemencia que trae noche a noche a la luna.
Con el calor del sol.

Te amo...
O creo hacerlo.
Te amo o te deseo.

De cualquier manera, te amo. 

sábado, 12 de marzo de 2016

Te siento...

Te sentí por un momento,
en el tibio susurro del viento,
en aquella parábola de la hojarasca cayendo;
dentro de cada palabra buena.

Te sentí, tan cerca que te vivo,
te veo y te respiro,
te siento en mi herida abierta,
en el ojal de mi camisa,
en la cremallera de mi pantalón,
en mis pulmones cuando fumo.

Te siento, aquí, tan cerca de mí,
te siento a mi lado,
con tus ojos hermosos abiertos,
con tu sonrisa de niña,
con tu voz perfecta.

Te siento, a pesar de estar lejos...
Te siento cada vez que te preocupas,
con cada acento que escribo,
con cada verso que exprimo de mi mente,
te siento sin sentir.

Te siento... 

lunes, 7 de marzo de 2016

Impaciencia.

Soñé con verte un día,
con saborear tus labios,
con recorrer tu piel,
soñé con tu sonrisa rasgándome el recuerdo.

Te busco en el espacio que dejó tu voz,
en aquella silueta que se forma en el humo,
en el fondo difuso de mi tequila,
entro los hielos de mi soledad.

Te escribo a versos,
te escribo cartas que se queman en mis pupilas,
rezagos de palabras que no te dije,
susurros de tinta que chocan en mi realidad.

Te vivo aún adolorido,
con una astilla tuya en el corazón,
bebiendo alcohol para hacerte sentir,
susurrándole a tu recuerdo que vuelva,
olvidándote y olvidándome.

Te sigo, te vivo y te lloro...
Te siento. Te extraño. 

lunes, 29 de febrero de 2016

Tal vez...

Hay un misterio en tu mirada,
dos razones mágicas para atarme,
insondable espacio en donde deambulo;
dulce depositorio de mis versos.

Aún no concibo tu idea de mirarme,
de abrazarte a mi sonrisa chueca;
a tu pretexto tonto del «así eres tú»,
 a hacerme renacer cada que miro tu sonrisa.

Hay un mito que dicta que desde tu vientre nació la paz;
que los montes saben a lo que saben tus senos;
que en los valles anida la fecundidad de tu vientre;
el mito que dice que yo conquistaré ese mundo.

Tal vez sea el que te siga idealizando;
o que tal vez seas etérea.

Tal vez es que seas esa novela eterna que está inconclusa,
esa tinta que escurre desde la pluma;
o tal vez seas solo el poema corto pero verdadero.

Tal vez ese misterio en tu mirada es el que me hace escribir...
Tal vez... 

sábado, 20 de febrero de 2016

Clima...

Hoy no hace frío, no llueve,
tampoco hay sol;
hoy estoy así,
sin un clima dentro.

Tengo recuerdos de ti,
de tus chubascos formados en mi vaso de tequila,
de tus relámpagos rebotando en mi pecho;
de tus atardeceres llenos de arreboles,
de tus noches serenas después de hacer el amor.

Tengo aún tus ventiscas,
esos fríos aires cuando me reclamabas;
también esas tardes tibias y otoñales,
esas que tatuabas con caricias en mi piel.

Aún sobreviven tus nortes,
esos que me helaban el alma cuando pelabas;
esas húmedas mañanas cuando te amaba.

Hoy ya no hay climas dentro de mí,
hoy ya no hay frío, no hay calor,
hoy, después del huracán hay calma.

domingo, 14 de febrero de 2016

Aún...

Aún hay albores de ti,
pequeños matices de tu trascendencia,
de tu devenir por las tierras de mi pecho,
de ese llano infertil que quedo después de ti.

Aún se siente tu voz,
tal cual como ese viento seco en medio del desierto;
como la llanura incendiada en un verano;
se siente aún destruyendo.

Aún hay resquicios de tus besos,
están pegados en la súbita muerte de mis deseos;
en el andar errante de mi alma trajinera;
en los poros óseos de mi triste calavera.

Aún vives aquí,
justo de donde no pude (ni podré) sacarte;
en el sutil recuerdo de tu mirada clavada en la pared,
de tu café tibio,
del desayuno malecho,
de tu cuerpo desnudo sobre mi cama;
aún vives aquí... 

miércoles, 3 de febrero de 2016

Eres...

Eres tan pecado, 
tan placer, tan deseo;
como esa gota de sal que recorre tu cuerpo;
como la humedad que te recorre y te inunda;
como estos pensamientos que brotan de mi mente.

Eres seducción y pasión; 
luces y sombras en un parpadeo;
destello de soles naciendo en tu pecho;
millones de lunas dentro de tu vientre.

Tienes tú una dualidad bendita,
entre el acero y la carne;
entre la tumba y la cuna;
entre tus ojos y tus labios,
en medio de tus senos y tus muslos.

Eres el dulce valle lejano de mis fantasías;
suave y tersa piel que recorre mi lengua,
que besan mis labios,
eres ese deseo que moja tus entrañas.

Eres una sensación de paz en medio de la hecatombe,
ese susurro maternal que te invita a creer;
eres al fin ese ser celestial.

Eres pecado y resurrección,
vida, muerte y paraíso,
sol, luna y luz;
arrebol y misterio;
luna llena y atardecer incendiado.

Eres... Mujer. 

domingo, 24 de enero de 2016

Inherente

Desde tu sonrisa nace un río;
bello manantial que moja mis sueños,
que refresca mis anhelos,
que inunda mis ganas de seguir adelante.

Brota de ti, también, una bella luz;
ese impulso a levantarme,
a no ceder, a no dejarme.

Más allá de tus sonrisas,
de ese río y de esa luz; 
inicia también el deseo,
ese mismo que me aferra a tu boca,
a tus besos, a tus pechos,
que me ancla a tu cuerpo mientras amo tu alma, 
que me recuerda a ti.

Se produce ese tierno aroma a hogar,
a retorno continúo,
a salvación.

Nace de ti ese sentimiento,
esta sensación de paz...
Inherente a ti, mujer.

lunes, 18 de enero de 2016

Yo...

Bruma sobre el sol,
sonidos dispares de tus pasos,
largas piernas que se difuminan en las sombras;
sereno que me llama,
lugar que me reclama;
egoísmo inútil de un suave toque sutil de orgullo,
de amor propio que no funciona,
que no es más que un destello de viejas épocas.

Y ahí está el puño en el aire,
la lucha, el ego, la pasión,
el no renunciar a tus sueños,
a tratar de comprar con ellos comida,
de pagar renta, de callar complejos;
de no sucumbir en la domesticación.

Ahí está el lobo,
aún al acecho,
ahí desde lo más oscuro de tus entrañas,
ahí desde el arrabal de tus recuerdos;
de ese lugar que te rememora las mil noches,
los miles de sueños, 
esos que ahora desparramas sobre formas;
de esas lágrimas de dolor,
de terror, de impotencia;
de esos sueños que aún no te dejan despertar. 

Y ahí estás, frente al espejo,
preguntándote si aún vas... 
Y ahí estás, ahora más viejo,
más tullido;
menos sabio a pesar de lo que dicta la costumbre,
con la norma entre las cejas, 
con temblor en las rodillas...

Ahí estás, ahí te veo...
Yo, el que solías ser.
Yo, el que querías ser.

jueves, 14 de enero de 2016

Veneno...

Como un trago de whisky te aferras a mí,
me envenenas, bendita,
mientras te disfruto... 

Eres como esa droga de mi cuerpo,
suave delirio de pupilas fugaces,
de caderas bailantes,
de sudores y perfumes; 
de amores de un rato.

Sabes como la ginebra arañando mi garganta,
dulce dolor que me cura,
suave sentimiento que me ata,
tibio momento dentro de ti.

Segura de ti, ahí estás, 
parada y desnuda frente a mí;
desdibujada como un retrato modernista,
esperanzada en la hecatombe de nuestros cuerpos.

Como un blues doloroso;
te aferras a mí,
te introduces en mi mente,
cada nota de tu cuerpo perfecto me toca;
ya no puedo más.

Y simplemente te quiero, envenenándome...
Así sin más palabras.  

domingo, 10 de enero de 2016

Sentidos...

Hueles a sonrisas;
a café por las mañanas;
al perfume de las flores;
hueles como huele una verdadera mujer.

Sabes a belleza;
a miel en tus muslos pálidos;
a dulce en tus pechos perfectos;
sabes a lo que sabe el paraíso.

Suenas a alegría;
tu sensual voz que alegra mis mañanas;
tus gemidos perfectos;
suenas a una sinfonía de amor.

Te ves como se ve el deseo;
suave mujer despampanante,
bosquejo de perfección que dios creó;
luces igual que luce la mujer de mis sueños.

Te sientes sutil como un despertar;
cálida como un vibrante volcán;
suave como la caricia de un niño;
te sientes desde dentro de mi pecho.

Vives, dentro de mí;
aferrada a mis sentidos, 
a esta loca idea de poseerte,
a la ingeniosa razón de quererte.