Solo fuimos pronombres;
leyendas e ideas que no ajustician nuestra situación,
vociferantes y errantes entes que decían amarse;
al final solo conceptos que no logran explicarnos.
¿Por qué es tan difícil nombrar una situación?
¿por qué cada paso que das estás más lejos y te acercas más?
¿Por qué esta perfidia de mi corazón al amarte?
Después de todo, tan solo soy un andariego;
un vagabundo trotamundos que eligió tus ojos para hogar,
esos que solo lo miraron una vez;
que eligió tu voz como su melodía,
misma que se convirtió en su himno y marcha;
que eligió tu pecho como refugio;
aquél que solo le daba placer.
Y al final solo fuimos pronombres;
yo, tú, nosotros...
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