Embriagado

Embriagado, 

así estoy otra vez,

esos licores benditos que me traen a ti,

a tu sabor de mujer,

a tus sensaciones,

me han vencido de nuevo.

No entiendo como me emborracho,

ni siquiera sé que es,

nunca tiene sabor amargo,

ni siquiera alcohólico,

pero me pone lento, 

torpe, algo estúpido,

me hace pensar en ti.

Me descubro otra vez, 

en esa habitación común,

entre las sábanas blancas y el edredón azul,

con las cortinas transparentes,

el fría alrededor,

la niebla, las montañas,

y ese tenue olor a pasión,

a pecado, a amor.

Me entero, 

y descubro el sabor,

ese que me embriaga,

el que brota de tu manantial,

que te moja y te hace soñar, 

que me invita a pecar.

Ese dulce sabor de tu ser,

que me llena de pasión, 

aquél que solamente yo conozco,

que solo mis dedos lo desatan así de ti,

el sabor de tu piel,

el sabor de ti... Mujer.

Jazz...

Quiero amarte, así rítmicamente,

entre las cuerdas del contrabajo,

o los platillos estridentes,

entre las trompetas silbantes, 

o el piano que dulcemente te canta, 

o entre el más seductor de todos, 

las notas picarás del saxofón.

No sé si sea por el jazz pero ya me estás enamorando,

con la seducción del baile me atrapas,

no puedo decir que no,

después de todo, a tu sonrisa me atas.

Entre las vibraciones del saxofón me llevas,

con sus notas me embriagas,

a los sonidos los haces cómplices de ti,

me desnudas sin palabras, 

entre música no me queda mas que entregarme a ti.

Me haces el amor con violines, 

gimiendo en mi oreja por mí,

en mi sonrisa, tú escribes,

ese jazz de seducción para mí.

Contra todo lo cantas, 

aquella melodía de pasión,

el jazz seductor de tu alma,   

que me ha llenado de pasión.

Kilometro 600

Entre la distancia de nuestros cuerpos creamos mundos

un universo de kilometros sin explorar

que nos dividen

más no se convierten en una traba.

Entre los dos existe una distancia larga

que mas que separarnos nos une en la calma

un silencio que llenamos con sonrisas

un hueco que llenas con almas.

Entre los dos existe un largo trecho

que sin embargo no nos separa de todo

que nos acerca poco a poco

en el gran sentimiento de amar.

Entre los dos hay kilometros

mas la distancia es corta sí nos pensamos los dos

mientras me lees en tu mente vivo yo

anido en tu alma y en tu corazón.   

Tiempo...

Para que te quede claro,

soló sé que te regalaría algo,

mis nubes, 

mi reloj de arena, mis minuteros,

el segundero, el reloj de catedral, 

es más, hasta el reloj de bolsillo que heredé;

también te daría mis lluvias, mi sol, 

mis minutos y mis horas,

mi primavera y mi otoño,

el primer instante y mi último momento,

solo para q tengas presente,

que todo el tiempo de mi ser, 

estará dedicado a ti.

Sueño con ser un poeta...

Sueño con ser un poeta,  

ayer me lo dijeron tus ojos,

yo les creí,

los vi con tanta seguridad,

justo cuando te recitaba un verso tonto.

Sueño con escribir tus memorias,

en un diario hecho de pasión,

meter todas nuestras glorias,

y una que otra decepción.

Sueño con verte sentada,

en la primera fila de mi recital,

mientras acaparo miradas,

solo la tuya me ha de importar.

Sueño con escribirle a la luna,

tantos versos de cristal,

tan solo para que en la penumbra,

a ti me pueda guiar.

Sueño con traducir tus espacios,

o tus besos de mujer,

sueño con escribir en tu cuerpo,

el manual de mi querer.

Sueño como tantas veces,

a amar así, sin comprender,

a escribirte cientos de veces,

en el cuerpo mi querer.

Sueño con ser un poeta,

el que a ti de musa te pueda tomar,

a ser el escriba de tus sueños,

y en tus brazos descansar.

Sueño con ser tu poeta...

Quisera ser la lluvia...

Quisiera ser la lluvia, 

para poder rondar por tu cuerpo,

acariciarte mientras caminas,

juguetear por tus pechos.

Quisiera ser la lluvia,

para alcanzarte cuando corres,

para besarte lentamente,

para rondarte hasta el alma.

Quisiera ser la lluvia,

para mojar todo tu cuerpo,

para humedecer cada espacio de ti,

para hacerte correr conmigo en tu pecho.

Quisiera ser la lluvia,

aquella que gota a gota cae sobre ti,

aquella que te inunda el alma,

la que disfrutas viendo rodar sobre ti.

Quisiera ser la lluvia,

ese vital liquido que choca con tus labios,

que te besa todo el cuerpo sin palidecer,

que te moja los sentidos.

Quisiera ser la lluvia,

para entonces entender,

el porque de tu sonrisa,

cada que ves llover.

Nocturno...

Vivo con la incertidumbre maldita,

de saber a que hora cierra el umbral de aquellos ojos negros,

esos que me iluminaron la noche, 

que me han robado tantos suspiro,

que casi me dejan sin respirar, 

de aquella ventana que mira directamente al fondo de tu alma, 

que me atraviesa cientos de veces hasta desnudar mi ser.

Vivo enclaustrado en esa sonrisa perfecta,

esa que me regalaron tus labios, 

de tus olas azabaches en donde naufragó mi ilusión, 

en aquella figura de sirena que me a cautivado el alma, 

que me mantiene embelesado a ti.

Vivo sintiendo el sabor de tus suave voz en mi oído, 

de tu existir tan bello que genera tanto, 

de aquella mujer escondida que vive en tu rostro inocente.

Vivo aletargado en el ritmo de tus caderas al caminar, 

ese vaivén presuroso que marca el ritmo de mis latidos, 

de ese suave cielo que esta en tu dulce mirar.

Sigo aquí, 

tonto enamorado de la luna de tu sonrisa, 

con el toro encajonado en el pecho que pregunta por ti, 

cuestionándome airadamente cuando te volverá a mirar, 

y cuando podrá dar en paseo en tu vientre primaveral.

Piromaníaco .

Sobre un edredon de nubes vuelan tus ojos pardos,

se pierden en la penumbra, 

me llaman fugaces desde la oscuridad,

encendidos como una hoguera en el firmamento negro.

Yo duermo tranquilo en una cama hecha de humo,

con tus besos yo sueño,

con tus ojos encendidos escondidos en un cristal,

despierto y busco aquellos faroles de mi caminar.

Te sigo, 

busco tu camino,

sobre tus pasos ando,

recorriendo tu camino en la oscuridad,

de pronto veo una luz,

brilla centelleante como mil hogueras sobre mí,

me cubro, estás ahí,

por fin te toco,

estás hecha de ese plasma incandescente,

susurras mi nombre al viento, 

lo quemas en tus palabras,

yo comienzo a quemarme,

la combustión me lleva a ti.

Como un fénix me encuentro volando,

de las cenizas renací yo, 

me comprendo como una antorcha envuelta en llamas, 

como una luz, como un sol,

Lo hiciste tú,

encendiste con una chispa mi cuerpo,

me contagiaste de tu llama,

empezamos un amor piromaníaco, 

una hoguera de pasión, 

un lugar donde la llama del deseo no se apaga, 

un lugar de combustión.

Así, envueltos entre llamas,

dejamos consumir nuestros cuerpos en las estrellas,

quemándonos y amándonos,

haciéndonos una sola llama,

porque así resulta el amor,

la relación que te consume y te rehace,

es el fénix de la vida, 

por eso consumámonos en este fuego,

soltemos la flama del amor, 

de este amor piromaníaco.

Un poeta nunca muere... (Homenaje a Jaime Sabines)

Un poeta nunca muere, 

renace en cada poema,

su cuerpo se entierra,

pero su alma en cada verso se eleva.

El poeta no miente,

dibuja lunas nuevas,

navega en mares perfectos,

entre nubes llenas de ideas.

Un poeta no fallece,

se encierra en cientos de versos,

renace con la algarabía al leerlos,

reboza de vida en los truenos.

Un poeta es un fantasma,

un espectro que llena el cielo,

un ente que dibuja el espacio,

con letras escritas en sueños.

Un poeta no vacíla,

tiene un trato con la muerte,

ella se lo lleva tranquila,

pero nos hereda su mente.

Un poeta no se olvida,

llena de amores la vida,

enamora hasta a la misma muerte

y su muerte se hace vida.

Un poeta nunca muere,

solamente se convierte en leyenda...

Guerrillero.

Vivimos el amor como si fuera una guerrilla,

atacamos sutilmente por puntos,

corremos, nos fugamos,

para cubrir de amor todo su ser.

Soy el guerrillero armado de su ser,

el mismo que carga una granada de amor,

una carrillera repleta de besos,

una bomba de abrazos.

Me he dedicado a luchar por mi causa,

la misma que es suya,

con la bandera de sus ojos en mi mente,

defendiendo mi patria que es usted.

Me he dispuesto a morir por ti,

por mis deseos e ideales,

por el amor que le tengo a mi tierra,

a mi tierra que es usted.

Soy el luchador eterno, 

el que bombardea su ser con amor,

el kamikaze que se enfrente a la muerte solo por amor,

que se estalla en esquirlas de besos,
de amor,
elevarla a usted al umbral de la pasión.

Paraíso terrenal...

Entre mis sombras y tus contraluces estamos,

te miro erguida en una pila de cadáveres, 

de sueños rotos, 

de ilusiones perdidas, 

te miro como si en ti encontrara la esperanza, 

aquella pequeña luz que me hace seguir, 

como si en ti encontrará la panacea, 

como si tú fueras mi salvadora.

Tú, ensimismada con tu ego solo sonríes,

sabes que pienso yo de ti, 

disfrutas saber que para mi eres todo, 

una salvación a mi pecadora alma errante, 

una morada para esta alma en pena,

mi boleto gratis al cielo, 

la salvación que ha tomado forma de mujer.

Despacio, tomo tus manos, 

me hundo en ellas, 

en ese tibio calor que desprenden, 

en su pálido color lúgubre, 

me miro en esos ojos negros, 

en ese gran abismo que se forma en tus pupilas, 

me hundo en ese vacío y por fin me encuentro yo,

sentado a la otra orilla del pantano de tus sentimientos,

 jubilado de este penar, innecesario, 

para la resolución de un alma plana, transparente, 

que se ha consagrado a ti.

Yo te vuelvo a mirar, 

me miro a mí a través de ti, 

te beso, me dejas besarte, 

lo disfrutas, 

sabes que eso te hace más fuerte, 

que es como si fuera la sangre para un vampiro, 

me devoras, 

pedazo a pedazo mi piel se hace tuya, 

con cada suspiro me arrancas un pedazo de mí,

lo haces propio, 

al final todo es ya de ti, 

de esa sonrisa que me ha embrujado, 

de la simple perfección de mujer, 

de ese cuerpo de diosa que me seduce, 

que me hace suyo mientras ama, 

de ese sutil conocer del pecado del amor, 

me haces tuyo, después de no querer.

Ahí descubro el cielo, 

he llegado al fin, 

es entre el vaivén de tus pechos donde he podido ser, 

descansar en tu cuerpo desnudo sobre la cama, 

entender el olor de la calma, 

disfrutar del cielo encarnado, 

entender que eres tú, mi paraíso terrenal.

Mentiras

A veces me faltan tus besos, 

a veces tus mentiras, 

a veces solamente mirarte, 

tantas otras hacerte el amor.

A veces pienso en volver contigo, 

otras tantas en nunca regresar, 

a veces solo te pienso, 

sutilmente me miento.

Entre sonidos creo escucharte, 

parece mentira, 

como las tuyas, 

confío en tratar de buscarte, 

después el silencio me dice que no.

Es una lucha interna, 

tratar de entender una luna si no estás, 

explicarle la poesía a alguien más, 

saber que yo dije que nunca más.

Pero tus fantasmas se aparecen, 

luchan contra mis demonios, 

se alían y regresa tu recuerdo, 

el recuerdo de aquellas noches, 

de aquellos paseos, 

de aquellas palabras, 

después tus mismos fantasmas me traicionan, 

me vuelven a mentir, 

yo en este punto solamente puedo creer, 

creer una vez más en esas mentiras que me das...

Cómo le explicas...

Cómo le explicas a ella que le han engañado,

que la fe que hoy no tengo y ella me regala,

me incita a verme loco cuando estoy tan cuerdo,

a fingirme perfecto, cuando soy un simple mortal.

Cómo le explicas a la niña que creció con cuentos,

que las hadas y princesas ya no existen más,

que los príncipes, esos azules, ya no aparecen.

que solo existen tipos como yo.

Como le explicas a aquella mujer descendiente directa de las estrellas,

que tú, primo directo del orangután, es quien la va a amar,

cuando ella busca a su apuesto don Juan,

aquel que se asoma con una serenata por la ventana.

Como le cuentas, que la historia ha cambiado,

pero que tú por ella de azul te has pintado,

que caminaste ridículo con tu armadura de metal,

solo para que ella te viera y una sonrisa te pueda regalar.

Por eso hoy finjo ser un héroe, 

un caballero de estirpe con gran honor,

con un caballo de palo y una espada de madera,

un escudero de gis y un corazón de latón..

Por amor hoy yo vengo,

transformado en un gran señor,

galante y de estirpe, montando un garañón,

solo para que a mi princesa, conquistar pueda hoy...

Yo no te amo...

Yo no te amo, 

tan solo te escribo, 

traduzco tus formas en letras, 

adapto versos a tu figura.

Yo no te amo, 

tan solo me siento a escribirte, 

tomo tu nombre y lo destruyo, 

juego con el, 

lo hago poesía.

Yo no te amo, 

tan solo arrastro la pluma en el papel,

finjo no conocerte, 

para describirte sin querer.

Yo no te amo, 

tan solo te miento, 

me escribo como tuyo, 

sin siquiera imaginar serlo.

Yo no te amo,

tan solo me miento a mi mismo,

fantaseo con adorarte,

trato de escribirte entre versos rotos,

entre poesías malditas, 

tan solo te miro,

porque no te amo,

simplemente escribo...

Huésped.

Situado en la comisura de tus labios, 

logro ver pasar mi vida frente a mí, 

puedo sentir tu aliento, 

me dejo llevar por tu ansiosa respiración.

Entre tu pecho me duermo, 

tu calor me cobija, me mantiene tibio, 

me deja sentirme pleno, 

hace que me invada un gran alivio

Tu corazón se ha convertido en mi tiempo, 

late con tanta fuerza que me hace tropezar, 

camino tan cómodo en tus adentros, 

que mi hábitat perfecto lo he hecho ya,

El camino que recorro, 

tus veredas de pasión, 

es por donde yo me cuelo, 

hasta invadir tu imaginación.

Sufro por entender la agonía de tu mente, 

cada que te hablan de amor, 

sufro por los celos incoherentes, 

de este amor que no tiene comparación

Soy huésped en un umbral que no es mío, 

soy el eterno preso del espiral de tus sentimientos, 

soy el vigilante perpetuo de tu angelical cuerpo, 

soy, el hombre que te ha jurado amor eterno.

Furtivo.

Regalemonos un tiempo para los dos,

un encuentro furtivo,

una cacería de pasión,

para terminar lanzándonos al vacío.

Entre tu pecho y el mío está la distancia exacta,

el hueco perfecto para evitar la nostalgia,

es esa línea imaginaria que se pinta con fuego,

que aparece en la nada cada que te veo.

Hoy sé que tu risa se clavó en mis demonios,

que mis monstruos ya claman por andar por tus dedos,

que mis duendes te buscan cual gitano arte,

que la luz y la sombra por ti son danzantes.

Probemos amarnos una vez como las otras,

gimiendo y sudando envuelto entre notas,

cantando y gozando como lo hacen los dioses,

al final de está escena dormiremos en flores.

Solo quiero que te entregues otra vez a la vida,

que seas presa del amor, la pasión, la alegría,

que me regales una última esperanza,

colgada de la sonrisa que pones desnuda en la cama.

Solo píntame con tu dedo un Dalí en la espalda,

prometo recitarte uno de Neruda desde la garganta,

solo para terminar hundidos en orgasmos,

y explotar los dos juntos en esquirlas y pastos.

Ven, completemos el ciclo perpetuo,

ama, odia, perdona y olvida,

ven, te prometo con este beso prematuro,

que el amor y la guerra siempre acaban con uno.

Esto yo te escribo, antes de fugarme,

de esta prisión de agonía envuelta de sangre,

de esta triste celda que clama tus brazos,

antes salir al universo hecho pedazos.