domingo, 29 de junio de 2014

Maldita soledad.

Hoy conocí a tu maldita soledad,
aquella maldita que te hace volverme a buscar,
esa droga que te envenena,
que además quieres compartir.

No comprendo al final,
te largas y vuelves a llamar,
destruyes las tibias remembranzas,
los tenues tintes de tus recuerdos.

Llegas aquí, otra vez,
preguntando por alguien que no está,
por alguien que ya no te quiere más,
alguien que tu locura quiere recuperar.

Hoy me haces pensar, 
valorar mi triste soledad,
mi tesoro perfecto,
de encontrarme una vez más.

Por favor hoy vete, 
llévate contigo al irte,
a tu maldita soledad.

jueves, 26 de junio de 2014

Vicio

Me fumo la noche a bocanadas, 
aspiro su esencia especial,
respiro su humo de magia,
exhalo lo malo al final.

Me bebo de tu pasión el jugo,
ese extracto que me ha de embriagar,
ese elixir de amor tan puro,
destilado de tu alma angelical.

Yo me inyecto de ti, mi vicio,
estos besos que en el alma me das,
esas sonrisas perfectas, precisas,
que en mi calma se han venido a clavar.

Eres tú, dulce ángel, mi vicio,
esa droga que me ha de matar,
esa dosis a la que soy adicto,
de esos besos que saben curar.

sábado, 21 de junio de 2014

Huésped

Me la paso viviendo con un corazón ajeno,
un huésped en mi pecho,
un sustituto para el mío que ha saltado al vacío.

Me la vivo pensando en una mente sin recuerdos,
en un paraíso con sueños,
en el umbral de tus besos.

Me la vivo mirando con unos ojos maravillosos,
brillantes y perfectos,
como los que luces en tu rostro.

Me la paso latiendo en un pecho ajeno,
en un cuerpo que no es mío,
en un deseo que es ajeno,
en una pasión que me mata,
que me resucita,
que me clava y me atraviesa,
en el perfecto sonido del mar,
en el oleaje y en tu mirada,
en todas esas partes ajenas de mi suspirar.

martes, 17 de junio de 2014

En llamas

Yo no amo, yo ardo, 
me consumo entre llamas, 
porque eso es amar, 
liberar las flamas.

Yo no vivo, yo floto,
me elevo cual burbuja,
como el aire en tu figura.

Yo no siento, yo vivo,
yo exploto y decido,
te amo y dibujo,
en tus pechos mis mundos.

Yo no amo, yo vivo,
yo te vivo, te muero,
te sueño, te como
y te amo,
yo ardo en tu flama.

domingo, 15 de junio de 2014

Para un ángel...


Paso a paso he descubierto una senda,
un camino que desde hace tiempo está,
un lugar por el cual ya ha venido,
un hombre que es sumamente especial.


En sus brazos yo descubrí mundos,
en sus hombros podía estrellas tocar,
en su rodilla cabalgue mi primer rumbo,
en su mirada yo me puedo confiar.



Hoy su mano sujeto con fuerza,
de ese hombre de verdad especial, 
de aquél ser que a nada asemeja,
su mente y su gran habilidad.



Él es héroe desde el primer momento,
es maestro y también sinodal,
es la mejor persona que el tiempo,
como ejemplo me pudiera dar.



Gracias por todos esos momentos,
todo lo que me has podido enseñar,
de los reclamos y consejos,
que solo un ángel sabe dar.


Te amo Papá

viernes, 13 de junio de 2014

Escritora

Entre tinta dibujas historias,
cometas, planetas,
vidas, muertes y tragedias,
comedias sonrisas y amores.

Con tu sutil forma de mirar,
desnudas un alma viva,
cubierta de un manto de soledad,
un manto que se aferra a las letras.

Hoy has combatido el mal con mal,
has decidido hacer tu lucha por las letras,
hoy es cuestión de amar y amar,
porque por ti se alinean los planetas.

Hoy me escribes desgarrado en tu pecho,
un te amo,
un adiós, 
la sentencia de un cruento beso
o la odisea del amor.

Eres tú la escritora de mi sueño,
un sueño eterno que quiero alcanzar,
de una histora de amor tan extensa,
un final para junto a ti acabar. 

(Feliz día del escritor)

jueves, 12 de junio de 2014

Hermoso par...

Largas y blancas se erigen ante mi,
suaves, tersas, como sedas que se elevan al cielo,
simples, perfectas, una oda al minimalismo y la sutilidad,
una maravilla creada desde la perfección de la anatomía.

Estoico estoy, observando ese espectáculo,
la libertad surge desde sus pasos tan firmes,
suaves curvas que envenenan mi mirar,
conjunción de carne y hueso que te vuelven real.

Blanca, como dos fantasmas,
dos almas en pena que rondan mi mirar,
que embrujan mis sentidos,
que monopolizan mi atención.

Después tus manos, rondando por ellas,
esas hermosas piernas que envenenan mi razón,
sutiles cadenas que me atan a ti,
a tu corazón y a tu dulce amor.

Hermosas, perfectas,
largas como la historia de mis pensamientos,
texto perfecto para leer sobre tu piel,
lienzo para pintar una historia sublime,
mundo entero que descubrir, y conquistar,
medida perfecta de mi deseo,
componente infalible de mi pasión,
tus dos piernas que me invitan hacia el cielo.

lunes, 9 de junio de 2014

9 6 14

Bajo un viejo roble me siento,
escucho el suave trinar del frío viento,
lo escucho, me habla,
me dice que aquí sólo hay calma.

Miro la luna,
aquél mágico orbe lleno de luz,
aquella gran antorcha que humea en los corazones,
aquella lumbrera eterna de amores y pasiones.

Me miro, 
reflejado en aquel pocillo,
me encuentro rodeado de monstruos de soledad,
de tinajas de viento que traen hacia mi,
nada más que el suave sonido del trinar.

Me idiotizo, 
mirando esa luna de metal,
esa prisión helada de sentimientos,
en donde su gélido espectro,
mantiene cautivas las ganas de amar.

La miro de nuevo,
entonces puedo entender,
que para salir de esa cárcel,
sólo algo se puede hacer,
es mirar a esa luna con tanto poder,
como aquel que tienen los niños al nacer,
con la alegría del pequeño,
para así derretirla con un enamorado ser.

martes, 3 de junio de 2014

Qué le digo...

Qué le digo al viento que te nombra, 
o a la disparidad de las copas de los árboles,
al eco de las montañas eternas, 
o al susurro de los verdes valles.

Qué le digo al vuelo del ave,
aquél que suavemente me susurra tu nombre,
o al estrepitoso sonido del rayo,
ese que esta presente cuando tú no estás.

Qué le digo a esta ausencia que te nombra, 
que me hace escribirte mientras no estás,
a esta maldita carta de amor, 
que no es más que un informe de mi soledad.

Qué le digo a esta naturaleza,
que sutilmente me recuerda que ahora no estás,
que entre tú y yo existen distancia,
pero que escribiendo un puente puedo formar.

Qué le digo a todo el ambiente, 
al hermoso paisaje que hoy me hace recordar,
qué le digo al canto del ave,
aquél que hasta ti puede llegar.

Qué le digo a la mujer de mi vida,
si hoy un poco lejos está, 
no me queda más que esperar,
que a través de estás letras lo pueda escuchar.