Corcel.

En la vida te puedes rodear de seres que cambien el rumbo hacia donde te diriges, seres no necesariamente de tu misma especie, en mí opinión solo puedo decirles que no existe un ser más fiel que mi noble corcel.

Las sensaciones que me provoca el montar los lomos de mi fiel amigo son únicas, el sentir como ambos corazones se funden en un solo galope no tiene explicación, el solo sentir su piel al cepillarles es como tan mágico que pareciera como si existiera una conexión entre ambas mentes difícil de explicar.

La mirada que tienen demuestran completamente lo que sienten, el verlos andar por primera vez es tan increíblemente bello que solo es superado por la postal de ver cuando arriban a esta vida, el verlos juguetear cuando pequeños es hermoso, son tan frágiles, causan tanta ternura, que es casi imposible no querer uno.

El verlos enfermos te deja intranquilo, te arranca el corazón, el verlos morir... el verlos morir es tan devastador que de solo recordarlo entristezco casi al borde de llegar de nuevo a las lágrimas, pero recuerdo aquellos momentos en donde llevaban dentro de sí una nueva vida y me alegra la existencia.

Antes de ser mi herramienta o un animal, ellos son mis amigos, son parte de mi vida, aquellos seres que mitológicamente nacieron de las espumas de los mares me han cambiado mi vida, aquellos seres que transportan magia en cada relinchido me alegran la vida.

Quiero.

Quiero que seas tú la bella inspiración que me inunde cada mañana al despertar,

quiero que me lleves de la mano a cada horizonte sin parar,

quiero velar por ti sin respirar hasta ver que nada malo te pueda pasar,

quiero que seas tu la que me haga volar...

Quiero convertirme en tu sueño,

en tu más profunda alegría,

en tu más grande anhelo,

quiero convertirme niña linda,

en aquel caballero.

Quiero que seas tú, la mujer que me ilumine la vida,

la que me vuelva loco con una sonrisa,

quiero que seas tu niña linda,

la que me besé por la avenida.

Quiero ser niña linda, el que acompañe tu vida...

27 de noviembre del 2011

En lo más oscuro de mis pensamientos se encuentra anclado a la pasión tu recuerdo,

se encuentra ahí porque tu voz no quiere salir,

tus besos se han clavado a manera de estacas tan profundamente en mi pecho,

que ya hasta se me dificulta respirar si es que tu esencia no me enerva los sentidos,

mi mente está intranquila si es que no observa esos lindos ojos que me transporta a la inmensidad...

Alma trotamundos.

Hoy me levanté con una nueva sensación, algo extraña debo decir, una sensación que no había sentido nunca antes, quería salir al mundo y recorrerlo por completo.

Esa sensación que acompaña a los sentimientos más puros de tu alma me inundo justo al despertar, como deseaba esta mañana salir por la puerta de mi casa y no volver hasta haber recorrido el mundo recolectando memorias, recolectando vivencias, recolectando charlas, ¿para qué? para escribir las más hermosas historias que el mundo nos puede regalar.

Hoy tuve ese deseo de convertirme en aquella herramienta que permita hacer llegar a toda la gente que deseé leerme, las historias de el mundo tan maravilloso en el cual vivimos y que muchas veces olvidamos que nosotros formamos parte de el y no el de nosotros.

Mi alma despertó su instinto trotamundos, quiere vivir más para recorrer el maravilloso globo, quiere vivir más para contarle a ustedes que es lo que esconde detrás de cada arruga en el rostro de los más experimentados, quiere contarles que hay detrás de cada sonrisa con unos cuantos dientes menos de la niñez que muchos ya olvidamos, quiere contarles que hay detrás de cada uno de esos ojos que nos transportan a lugares infinitos y maravillosos, quiere contarles todo lo que vivimos pero que gracias a la rutina muchas veces olvidamos.

Mi alma, hoy lo descubrí, mi alma es trotamundos, aventurera, pero sobretodo mi alma quiere contarles todo lo que viva...

Bello misterio.

Me has dejado boquiabierto, no he podido dejar de pensarte, después de muy poco tiempo te has convertido en una chica fascinante, fascinante y muy misteriosa.

Tan solo el ver tus ojos color miel me transporta hacia otro lugar, un lugar lleno de tranquilidad, pero también de misterio, ese misterio que te envuelve y que hace que me interese mucho más en ti.

Esos labios que me invitan a probarlos, que por Dios añoro hacerlo, pero hay algo que me detiene, no quiero arriesgarlo, más bien me da miedo el perder.

Ese misterio me encanta, me encanta el aura que te rodea, la sutileza con la que te mueves, la seriedad que demuestras...

Memorias de un viajero.

Estaba solo, sentado en una banca de la estación de trenes, yo lo vi, no puedo negar que esa figura, que traía a mi memoria el frágil recuerdo de mi abuelo me producía un sentimiento de tristeza, pero a la vez de ternura.

Me acerque a él, aún faltaba un par de horas para que mi tren partiera, me acerque a él con la incertidumbre de saber si él podría y querría charlar con un simple estudiante que está viajando por primera vez.

-¿Está ocupado?- Pregunto casi tartamudeando y el hombre solo contesta moviendo la cabeza de un derecha a izquierda -¿Puedo?- él solo me mira y sigue leyendo su periódico, me siento a su lado, aún no sabía como desatar una charla, sacó un poco de tabaco de mi bolso, un pedazo de papel de arroz y preparo un cigarrillo, pienso muy seriamente si pedirle fuego a ese hombre, que me tiene extasiado con su aura de misticismo, me arme de valor, -Disculpe, ¿tiene fuego?- dobla el periódico, voltea la mirada y sonríe, saca una caja de cerillos muy extraña, -No son de acá, estos me los regalo un mercenario de la "legión extranjera" apostada en Libia hace como cinco años, solo que me mintió, me dijo que eran de caoba, el muy tonto no pensaba que casi conozco todas y cada unas de las maderas de nuestra madre tierra- con ese comentario quedé extasiado, no sabía como contestar y solo sonreí.

Con ese simple acto se rompió el hielo, el señor, un Conde del Reino de Navarra, había viajado por todo el mundo, buscando las historias más extravagantes de nuestro extraño globo, Don Santiago había tratado a personajes tales como el archiduque Francisco Fernando, Lenin, Rubén Darío, Einstein, Kafka, Flemin y un sin fin de personalidades fascinantes que forjaron a "Don" Santiago de Montes como aquel hombre sentado junto a mi, fumando tabaco cubano, mientras que yo volaba hasta aquellos lugares en donde el ya había estado.

Mi tren llegó, esperaba mi entrada, me tuve que despedir de mi nuevo gran amigo, esperando que algún día me escribiera, yo me dirigiría a Guadalajara, él hacia el Salvador, pero tal vez sería la primera y última vez que habláramos.

El viajero es capaz de ayudarte a viajar con sus anécdotas, sus historias, sus vivencias logran transportarte a aquellos lugares en donde él ya habían estado.