Religión.

Hay una fe nueva en mi corazón,
ima nueva esperanza viene con pasión,
es esa sonrisa que surge sin razón,
esa misma que acelera un poco la respiración.

Te has envuelto muy fácil entre mi oración,
tan fácil que niña, ya eres mi religión,
esa misma que practico con tal convicción,
que niña cada noche hacia ti va mi oración.

Es tu cuerpo ese templo de mi inspiración,
ese mismpo que cumple una bella función,
es ahí donde guardo los suspiros de mi corazón,
y después los convierto en una dulce oración.

Hoy mis plegarias tienen un nuevo tenor,
van hacia un nuevo rumbo, algo esperanzador,
llevan a un camino cercano, uno lleno de amor,
en donde, tú mi vida, serás mi religión.

Eres ya de mi, una nueva religión,
una que se renueva cada noche en una sola oración...

Apología a un final.

El tocadiscos calla,
ya no quiere cantar,
la voz se calma,
una lágrima tarda al pasar.

Están frente a frente,
dos figuras sin par,
están frente a frente,
como nunca estarán.

El reloj les avisa,
mucho tiempo no hay,
la luna les pide,
que no se separen jamás.

El la convence,
de dejarse besar.
ella lo besa,
pensando en olvidar.

La muerte los mira,
se ríe al final,
piensa tranquila,
eso se les pasará.

Con el sol se van yendo,
las ganas de amar,
con el sol va cayendo,
su imperio de amar.

Esta historia se acaba,
porque tiene un final,
esta historia se acaba,
con un frío callar.

Esto no se dará,
esta historia ya dicta,
que vivieron felices,
pero con alguien más.

Cuando yo puedo verte.

Cuando yo te veo, no sé que me pasa,

enloquezco en segundos,

desparramo miradas.

Cuando yo te veo, mi pulso se arranca,

ese palpitar del pecho,

parece una marcha.

Cuando yo te miro, no puedo explicarlo,

yo suelto un suspiro,

me refugio en tu espalda.

Cuando yo puedo verte, mi mundo se calma,

es todo sereno,

si está tu mirada.

Cuando puedo verte, mi ser se ilumina,

sonrío como niño,

escribo mil cartas.

Cuando yo puedo verte, mi piel se estremece,

y si tu no me miras,

mi alma se entristece.

Cuando yo te miro, me siento contento,

y si tú estás mirando,

no hay nada más bello.

El amante de la luna

La luna tiene un amante,
uno que vive escondido,
él sabe que si la toca,
el mundo no dormirá seguro.

Ellos se aman en silencio,
cada que la luna mengua,
ellos se dan un beso,
cuando la luna esta llena.

Entre suspiro y suspiro,
está ese enamorado,
que al ver que su amor es prohibido,
el corazón le ha destrozado.

Llora buscando consuelo,
aquél terco enamorado,
llora y derrama con ello,
lágrimas de desesperado.

Entres las nubes se esconde,
su llanto confunde en el acto,
entre las aguas se mezcla,
las lagrimas del enamorado.

El sabe que un día estarán juntos,
sólo espera que no tarde mucho,
que para cuando se encuentren,
un eclipse los cubra un segundo.

Enamorado.

Un acorde de guitarra,
da inicio a mi canción,
el perderme en tu mirada,
me acelera el corazón.

No sé donde te he encontrado,
alborotas mi pasión,
hoy tus besos me quemaron,
desde dentro con amor.

En mi mente pasas horas,
ya eres tú mi inspiración,
eres todo lo que quiero,
acomplejas mi razón.

Sólo en tus ojos veo,
estás líneas de ilusión,
estas mismas que hoy escribo,
contigo de inspiración.

Cuando clavas tu mirada,
cuando unes nuestra voz,
se me alegra toda el alma,
eres tú mi perdición.

Estoy tan ilusionado,
en que seas tú mi amor,
esa que en la noche linda,
yo sorprenda con mi voz.

Estoy tan enamorado,
me lo dice el corazón,
mi mente me lo repite,
eres ya mi adoración.

Buscando.

Buscando sonrisas perdidas,
tratando de hallar esa canción,
con la que quiero decirte mi vida,
lo que hay dentro de mi corazón.

Buscándole una razón al suspiro,
encuentro el recuerdo de tu voz,
de esa melódica armonía,
que sólo puede expresar vos.

Buscando para escribir un motivo,
encuentro en tu sonrisa una luz,
halló tras esa mueca sincera,
la fuente de inspiración.

Buscando algo muy fuerte,
que dentro del pecho no cabe,
me encontré a tu alma de frente,
sorprendiéndome en el aire.

Buscando la sonrisa infinita,
encuentro en tu pecho un aliento,
un soplo que me invita,
de tu alma estar atento.

Corazón poeta...

Un corazón enardecido por el amor,
me reclama que escuche su voz,
la pasión va desbordando el deseo,
me dice que me una a ese anhelo.

Como loco voy tras las musas de mi vida,
busco la inspiración en una sonrisa escondida,
la encuentro tras una tontería, sonríes,
ahora por mucho eres el motivo de la mía.

Surge el deseo de que seas tú la preferida,
mi mente vaticina desvelos en tu silueta,
mi ser se embriaga con ese rosa de tus labios,
empiezo a creer que te has metido a mi vida.

Como notas de un viejo piano te metiste en mi mente,
hoy ya no entiendo ese anhelo que me pide tenerte,
de tomar tu cintura y de besarte en la frente,
hoy ya no quiero saber que tan cerca está la muerte.

Mi ser se emociona cuando siente tu pulso,
los corazones laten como si fuesen un mundo,
las almas se unen en un beso profundo,
creo que ese sueño en mi es un tumulto.

La sonrisa me invade, no la pierdo un segundo,
de mis letras te adueñas desde lo más profundo,
mi mente se alegra de que vivas en ella,
creo que este corazón poeta ya tiene dueña.

Pudiste ser tú...

Mis labios extrañan un beso,
pudieron ser tus labios quien me lo dieran,
el destino nos jugó una treta,
hoy mis labios sólo esperan.

Mis ojos quieren ver la luz,
tu luz, la que pudiste ser tú,
hoy entre penumbras estoy,
buscando un nuevo sol.

Mis brazos buscan calor,
ese calor que pudo ser el tuyo,
hoy que tengo frío, cuando más te necesito,
sólo soy del recuerdo un cautivo.

Cuando más añoro un suspiro,
no estás, ya te has ido,
pudiendo ser todo un futuro,
decidiste ser en el recuerdo un susurro.

Hoy busco de la sonrisa un motivo,
pudiendo ser tú el único de ellos,
algo no te permitió serlo,
pero te quedarás en el recuerdo.

Anhelo una palabra de aliento,
una que estremezca desde dentro,
pudiendo ser tu voz la que me calme,
dejaste que reinara el silencio.

Hoy buscando como loco un anhelo,
algo que sentir como el fuego,
pudiendo ser tú ese anhelo,
dejaste que nos invadiera el invierno.

Voy queriendo un latido en mi pecho,
algo sincero que salga desde dentro,
hoy, hoy no te encuentro,
y así poco a poco muero lento.

Hoy pudiste ser todo...
Decidiste ser sólo un recuerdo...
Pudiste ser tú...