Las ventanas del alma.

Eso cuentan de los ojos, aunque yo pienso que son más que ese portal que nos permite ver el alma.

Estos pequeños órganos de nuestro cuerpo nos permiten conocer a una persona, ver a través de ella, saber su estado de animo e inclusive te permite entablar conversaciones.

Los ojos son hermosos, por el simple hecho de ser parte de nosotros, pero está característica se resalta cuando puedes saber que piensa una persona a través de la forma de mirar.

Son capaces de derretir hasta el metal más duro, hablando de corazones y cuando se trata de una tristeza solamente lavan lo que ya es tiempo de depurar.

Hay ojos que enamoran con un simple cruce, aunque a su vez los hay que racionan esta cualidad dándole a la espera un aire místico,

Por eso pienso en los ojos como algo vital, en mi caso, es de lo primero que me llama la atención, porque en ellos puedes observar las virtudes del hombre.

El caballo y mi vida...

Hoy les escribiré sobre una de mis pasiones, los caballos, esos hermosos animales que han inspirado millones de pensamientos.

Los árabes impactados por la belleza de estos seres, solamente pudieron decir que estos, no eran más que el regalo más hermoso que dio Dios al mundo, y creánme que yo comulgo completamente con esta afirmación.

Estos mágicos seres han estado presentes en mi vida, en los momentos más importantes. Desde que puedo visualizar un recuerdo, siempre estos han sido a los lomos de un caballo, sobre un equino he vivido, he llorado, me he lastimado, he triunfado, he aprendido pero lo más importante he amado.

Son tan importantes los caballos para mí, que uno de los momentos más difíciles de mi vida ha sido cuando murió "La Malinche" una yegua heredada de mi abuelo.

Pueden imaginar mi caso, soy alérgico a este hermoso animal, sin embargo no me puedo separar de ellos.

Son el compañero perfecto para las reflexiones, pues no hay nada mejor que una cabalgata por el monte para despejar las ideas, son a su vez esa mancuerna perfecta para las locuras y el amor, haciéndote lucir como el mejor jinete del planeta frente a esas miradas que quieres impresionar.

Por estas y muchas razones más, los caballos son parte de mi alma.

Más allá de los caracteres,,,

Escribir es el ejercicio del alma... últimamente lo he pensado tanto que hasta me inquiete un poco. No podía sacarlo de mi mente, era algo extraña la idea, dado que nunca me había puesto a pensar en la necesidad de escribir, así surgió este blog, para desahogar el alma.

Lo mismo frases llenas de amor y esperanza, como esas en donde los caracteres se inundan de un sentimiento de rabia, ira e impotencia, merecen ser expresados, por el bien de nuestra propia mente y alma.

Detrás de cada frase, existe un contexto, un colofón y sobre todo una mente que la abstrajo pero también el alma de aquel ser que desea plasmar lo que siente en esa simple oración.

Me he dado cuenta que lo que escribimos viene desde el alma, porque no escribimos algo que no sentimos, que no vivimos, que no nos viene desde dentro, es una pequeña parte de esa esencia tan nuestra.

Así cada cosa que escribimos es una pequeña parte de nosotros, es algo que nos forja, pero que a su vez nos marca de por vida, es algo tan necesario, que al menos yo no me pude contener.

Más allá de los caracteres es eso, la necesidad de expresar lo que siento desde mi alma. Gracias de antemano por leerme y seguirme

Música...

Dedicado a todos mis amigos músicos...

Siempre he pensado que el músico es aquel que pudo hablar con Dios, entenderle y traducirlo a nuestro idioma.

Su arte, es algo que en lo particular me impacta, de la nada son capaces de hacerte llorar con una triste canción, pero a su vez pueden llevarte hasta el clímax bailando sus ritmos. Son los titiriteros de nuestros sentimientos, esos seres capaces de elevarnos o dejarnos caer.


Claro que los hay de todo, el especializado en desamores que busca que las heridas cierren cuando terminen cada una de sus canciones, el perfecto baladista que parece que te susurra cosas de amor al oído (en mi caso que decir a las damas), el fiestero que te pone a bailar, pero existe un tipo de músico que me llama la atención, el que te cuenta historias mientras te canta o te interpreta sus partituras.


Ese interprete de sentimientos me mantiene atento a él en todo momento, es como un buen libro, te envuelve hasta que terminas con su interpretación, empapado claro, de toda su esencia mística.

Tal parece que nos espiaran, ya que por más que no queramos siempre una canción nos queda en todo momento. Forman ese soundtrack de nuestra existencia que nunca nos abandona, pues hasta el ermitaño tiene una secuencia de sonidos y silencios en su vida.


Por eso admiro a los músicos, porque además de ponerle ritmo a la vida, nos dan perfectas formas de expresar lo que sentimos, sin decirlas directamente.

Los mejores maestros de la vida. no tienen ni 10 años...

Al despertar nunca pensé que sería un día como lo fue, mire el reloj, era temprano para las nacientes vacaciones que estoy viviendo, se aproximaba la hora de una cita, tome un baño, desayuné y sorbo a sorbo de mi café fui descubriendo el fondo de mi taza.

Al llegar a mi cita nunca pensé en lo que nos detendriamos a hablar, entre sorbos de moka blanco fuerón fluyendo las palabras, dejando un mejor sabor de boca que el del mismo café, nunca pensé que el tema prinicipal serían los pequeños, sí, esas maquinas chiquitas que no hacen otra cosa más que regalar y provocar sonrisas.

Regresando a casa con una gran satisfacción, gracias a la excelente charla y la buena compañia, nunca pensé en lo que más adelante pasaría, mi tía llegó como de costumbre, cumplimos con la rutina al pie de la letra, pero recibimos una llamada, era mi prima para pedirnos el favor de llevarla al doctor, mi sobrino se sentía mal.

Llegando por ellos, mi sobrino más pequeño me saludo con una alegría enorme y con la seña de "peace and love", provocandome una sonrisa al verlo, lo subí a la camioneta y esperando a su hermano me dijo con un habla de niño de cuatro años "como estas calnal", al subir su hermano ajuareado al estilo subcomandante Marcos lo primero que hizo, claro despues de quitarse el incomodo pasamontañas, fue regalarme una sonrisa y enseñarme con ella su reciente hueco en la dentadura.

Cuando me entere que se irían a vivir a Celaya, debo confesar que fue duro, pero al observar sus caritas ilusionadas y emocionadas por ese nuevo comienzo y al verlos tomar esa decisión de sus padres de una manera tan, por decirlo de alguna manera "madura", me hizo pensar en que a mis casi veinte años de edad, he olvidado lo hermoso de ser como un niño, de sonreirle a la vida y enfrentar con esperanza lo desconocido y sobre todo de maravillarse de lo increible que es nuestro mundo.