lunes, 23 de marzo de 2015

Fénix

Vuelo de un fénix semiextinto,
a punto de nacer,
demacrado, pero con fe.

Llamas que se asoman a la ventana,
fuego que da fuerza a una hoguera,
que busca emular al sol,
que quiere ser una estrella nueva,
un nuevo astro.

Sentidos que se dislocan,
suaves crujidos de huesos al romperse,
pelvis que se expande,
que vuelve a nacer,
que muere y revive,
lluvia que colapsa la flama del ave,
ventisca que calma el último aliento.

El ave ha muerto,
el ave ha nacido,
la lucha es eterna, 
el vencedor es vencido,
el vencido es vencedor, 
el aroma de la muerte se combina con el de la vida.

De pronto el silencio,
luego el caos,
de pronto tú,
de pronto nadie;
yo fuego y ceniza,
hoguera y tumba,
el final es un inicio,
el morir es despertar,
al final tan solo es existir.

viernes, 20 de marzo de 2015

Libertad.

La mirada se centra en un punto lejano,
sutil huella de tu distante humanidad,
ese dejo de locura que se centra,
tú, el recuerdo de mi triste soledad.

Boca a boca fui besando el mundo,
piel a piel, el camino recorrí,
tropezando y caminando a tumbos,
fue así que el placer descubrí.

Esa adicción maldita a las cosas que lastiman,
al pasado, al recuerdo, 
a mirarme en ti,
eres, esa sensación de embriaguez,
la gravidez mortal del ser,
o no serlo,
dilema shakespereano;
verborrea eterna de un líder demagogo,
falacias que se incrustan en mi cabeza,
mariposas de las rotas que revolotean en mi mente;
también lugar donde los sueños se posan,
caderas benditas de tibio ambiente,
muslos desnudos de intensa paz,
la guerra de tu sexo,
el susurro de tu voz,
la resolana húmeda de tu corazón.

Poco a poco me quedo en ti,
en esa soledad compartida,
en mi paz compatriota,
en mi estúpido deseo de culminar,
de encumbrarme,
de salir y de volar,
de liberarme.


lunes, 16 de marzo de 2015

Aquí, ahora, nunca.

El cielo es un eufemismo, 
es tan solo una visión,
algo liviano,
es la lejanía de alcanzarlo.

El infierno es el aquí,
el ahora; el nunca.
El sentimiento, la percepción,
lo profundo, lo cercano.

Cielo e infierno,
lo mismo y lo diferente,
lo útil y lo desechable,
lo correcto.

El cielo es el infierno.
El aquí y el ahora,
soledades unidas, 
libertades coartadas,
Infiernos fulgurantes,
Cielos semiabiertos,
gloria y dolor.

Aquí, ahora, nunca.

martes, 10 de marzo de 2015

¡olé!

Hay en tus ojos un brillo anormal,
como un toro galopando,
yo, parado ante ti,
estoico, 
sin mover un ápice, aguanto.

Olé, me gritas desde dentro,
¡olé! y mis entrañas se te entregan,
como un tronco a la hoguera,
a tu llama de pasión,
 a tu desbordada sensualidad,
a nuestro deseo.

¡Olé!
Mientras mi corazón se agita,
Gitana de mi amor,
maja repleta de duende,
sonrisa que calza una verónica eterna,
un lance que aún no acaba.

Olé y mi pecho se frena,
una faena de indulto,
de rabo, fanfarrias y arrastre,
un beso perfecto,
justo en el vértice de tus labios,
aquél lugar que te prende el alma.

Olé y mis manos tocan tu cuerpo,
Olé y el deseo se hace etereo,
Olé y mi sonrisa se expande,
Olé y me llenas de arte.

miércoles, 4 de marzo de 2015

A ti...

Había una vez que era yo, 
prisionero de tu alma inmortal, 
preso de la sonrisa unificadora de urbes, 
dictador de tus sentidos, 
huésped cálido de la humedad de tu ser, 
del trópico de mi deseo, 
de tu voz. 

Toros que galopan alegres en manada, 
mi corazón agitado pareciera, 
último rayo de luz al atardecer, 
primera palabra de amor en la mañana, 
sonrisa cautiva de tus poderosos labios. 

Tú, serenidad hecha mujer, 
naturalidad bendita de tu vientre perfecto, 
de aquél pecho infalible donde me colé, 
corazón hermoso de morada perfecta. 

Diosa bendita de mi cosmogonía mortal, 
dardo de veneno que me cura, 
que hace ser y no ser, 
bendita luz que encarna la pasión, 
el amor, el deseo, la pasión, 
unidos en tu ser, en el mío, en el nuestro. 

Ciudad que nos ve nacer, morir, crecer, unir, 
constelación de sentimientos brotantes, 
cascada de emociones en mi piel, 
tu tersa palidez que me hace soñar, 
que me inspira insomnios, 
que me trae soñando despierto, 
anhelando una vez más. 

Trazos de palabras unidas a ti, 
tú, poema bendito de mi mente, 
diosa de un mundo de cristal, 
lleno de diamantes que destruyen mi soledad, 
que me invitan a pasar, 
a ser feliz en tu brillo. 

Al final te amo, 
a ti, ser natural, fantástico y celestial, 
bondad infinita, 
paranoia de mi sonrisa matinal, 
rostro de fe en mi desolado cosmos, 
a ti, dueña de mi realidad.