Desde lejos me mira;
lo sé por su sonrisa,
nunca aprendió a disimular.
El ambiente se embellece,
de sus pupilas brotan flores;
en su ser lleva escondidos amaneceres;
entre sus piernas los arreboles fluyen,
en sus pechos hay volcanes de pasión.
Se acerca a mí,
tal como la primavera en los días de marzo.
Se acerca,
yo no sé que pensar;
me arrebata;
soy presa fácil de su instinto carnívoro;
de su naturaleza predadora,
de su poder sobre mí.
Al final soy solo un alfil, su presa;
ella la reina, mi cazadora;
al final soy yo el rey, su cazador.