sábado, 12 de marzo de 2016

Te siento...

Te sentí por un momento,
en el tibio susurro del viento,
en aquella parábola de la hojarasca cayendo;
dentro de cada palabra buena.

Te sentí, tan cerca que te vivo,
te veo y te respiro,
te siento en mi herida abierta,
en el ojal de mi camisa,
en la cremallera de mi pantalón,
en mis pulmones cuando fumo.

Te siento, aquí, tan cerca de mí,
te siento a mi lado,
con tus ojos hermosos abiertos,
con tu sonrisa de niña,
con tu voz perfecta.

Te siento, a pesar de estar lejos...
Te siento cada vez que te preocupas,
con cada acento que escribo,
con cada verso que exprimo de mi mente,
te siento sin sentir.

Te siento... 

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