miércoles, 28 de diciembre de 2016

No sé qué hago enamorándome...

No sé qué hago enamorándome,
y lo peor, de ti...
de la niña mala,
del hielo y del frío.

No sé qué hago enamorándote,
luchando por un imposible,
tirando de tus "te quieros",
quizá solo por que te quiero yo;
soñando en tus besos dulces y tibios,
de tus manos flacas y tus abrazos fugaces.

No sé qué hago enamorándome,
no sé qué hago volviendo a sentir;
no sé que hago si la piedra me había invadido;
ni siquiera sé si lo hago bien.

No sé qué hago enamorándome,
no sé qué hago sintiendo tanto por ti;
no sé qué hago si no sé que sientes;
no sé qué hago si no me abrazas siempre;
no sé qué hago sonriendo cada vez que me ves;
no sé qué hago, quizá enloquecí.

No sé qué hago enamorándote,
solo sé que así soy feliz;
no se que hago enamorándote,
tal vez, tú sí seas para mí...

No sé qué hago enamorándote,
no sé qué hago enamorándome,
solo sé que si me das el sí,
todo este otoño será feliz.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Embriagado

La ginebra corre por mis venas;
el silencio se hace cargo de abrir las hecatombes;
el olvido se apodera de un cuerpo conocido;
la distancia y el tiempo son relativos.

Me pides que no te nombre,
que no te llame,
que no te busque...
tú misma rompes tu promesa,
el corazón late a tumbos sobre mi pecho embriagado;
miro tu espalda desnuda;
busca seducir y amar;
al final el que se enamora pierde,
pero qué es perder...
¿Perder es ganarte?
¿Perder es soñar contigo?
¿Perder es enamorarse?

Tú frío se confunde con el ambiente;
ese que hace titilar mis sentidos;
que sin embargo aviva mi flama;
mi llama que busca quemarte;
que busca ser lumbre en tu pecho;
que pide a gritos incendiar tu ser.

Al final quedo a expensas de ti... otra vez;
de tus besos y tus sueños;
de tus piernas firmes y tu espalda sensual;
de tus anhelos y aventuras;
de tu amor y tu erotismo;
de estas ansias malditas que tengo de amarte. 

lunes, 19 de diciembre de 2016

Tu cabello

Detrás de él te escondes cuando no quieres mirarme,
te envuelve tranquilo mientras cae sobre tus hombros,
juegas con él mientras conversamos.

Me gusta cuando es suelto,
libre como tus ideas,
fugaz como un cometa,
feroz como el mar,
con ese color avellana que endulza mi mirada,
ese espacio que me hace pensar en terminar mis noches.

Me gusta verlo alborotado,
como tu coraje,
cuando vuelas hacia tus sueños, 
cuando me miras tranquila,
cuando emprendes tu vuelo.

Me gusta ver cuando lo peinas,
la forma en como dibuja tu bello rostro,
como le da forma a mis sueños,
esos sueños que me imaginan acariciándolo;
cuando define tu rostro preciso,
haciendo juego con tu mirada profunda.

Me gusta tu cabello,
porque es la envoltura perfecta de tus ideas, 
porque es quien te cubre de los fríos,
porque es quien me inspira a escribirte,
porque es algo que adoras.

martes, 13 de diciembre de 2016

Labbra

Como una delicada curva nacen en ti;
sutiles y parsimoniosos;
suaves y tersos,
poderosos y potentes;
son esa instancia que provoca mi deseo.

Es aquél sagrario de tu palabra,
de tus besos,
de tus sonrisas perfectas,
de esa manera que tienes de tomarme.

Me encanta verlos cuando me hablas;
como liberan las maravillas de tu mente,
como me invitan a quemarlos con un beso,
a profanar esa pureza que denotan.

Son aquella prisión en la que busco estar;
esa magnífica sensación cuando me nombran,
los perfectos lugares para mis besos,
aquél umbral que desborda mi deseo.

Sabes que muero por besarlos,
porque cada día pronuncien mi nombre;
por verlos sonreír despacio mientras me miras.

Es aquél lugar en donde olvido mis penas;
aquel faro que ilumina cuando sonríes;
el manantial de mis fantasías;
sutiles y peligrosos como un leopardo al acecho.

Son tus labios mi destino... 

domingo, 11 de diciembre de 2016

Brillando

Como un haz de luz te colaste en mi vida;
aquel umbral de oscuridad, de soledad y misterio;
llegaste alumbrando el camino;
sorprendiendo como una bella explosión;
llenando de luz cada ápice de mi ser.

Llegaste brillando,
con esa luz tan tuya que surge de tus ojos seguros;
con esa seguridad intempestiva de tu voz suave;
con el sincero sonido de tus palabras.

Iluminas el sendero,
calientas el ambiente,
eres ese faro que alumbra los pensamientos;
aquella luz que guía mis letras;
esa brillante sonrisa que te caracteriza;
ese dulzor tan tuyo en tus actos de ternura;
esa poderosa mirada que me atraviesa la vida.

Y ahí estás tú, 
brillando con luz propia,
eres ese astro que me hace rotar en torno a si;
mi sol; aquél orbe que calienta mis mañanas;
la sincera caricia al despertar.

Y así llegaste tú a mi vida;
brillando en plena oscuridad.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Me pides que te llame amiga...

Me pides que te nombre amiga,
que desfachatez la tuya,
sabiendo que mi alma muere por tu calor,
sabiendo de mi lucha por tu amor.

Me pides que te diga amiga,
y yo simplemente sé que no es lo correcto,
el alma derritiéndose por mis letras lo sabe.

Me pides que te vea como una amiga,
pero sinceramente no puedo;
si el corazón se acelera cuando te escuchó hablar,
si la voz se quiebra cuando te miro pasar.

Me pides que te llame amiga;
me pides que acepte a un rival;
me pides que evite este sentimiento;
me pides que deje de ver luces mientras caminas;
me pides que deje de sentir;
me pides imposibles,
y aún con esa desfachatez, 
me pides que te nombre amiga.

Me pides que te llame amiga;
pero sé que lo haces para motivar;
me pides que deje de verte como te veo;
me dices que no sabes porque este momento;
me dices que te hago dudar;
mientras tu voz calla tu mirada grita;
«no te atrevas a decirme amiga»
y yo como un tonto le creo;
no puedo llamarte amiga...