lunes, 25 de junio de 2018

No sé qué lleguemos a ser...

No sé qué lleguemos a ser;
el amor de nuestras vidas,
una aventura,
esa historia que jamás contaremos,
o solo un recuerdo.

No sé cuánto dure lo que sentimos;
varias madrugadas,
algunos otoños,
unos cuantos lustros,
o quizá, nada.

No sé a dónde lleguemos;
quizá a la luna,
a tu destino,
a la eternidad,
o tal vez a ningún lado.

Lo que sí sé es que te quiero,
que hoy estoy contigo,
que me siento a tu lado;
que el tiempo no existe,
ni la distancia,
ni el olvido,
ni el mundo;
solo nosotros,
tú y yo.

No sé qué lleguemos a ser;
no sé cuánto dure;
no sé a donde lleguemos;
tan solo sé que te quiero...

jueves, 21 de junio de 2018

Pensaba en ti...

Pensaba en ti;
en esa manía tan tuya de sonreírme,
de mirarme mientras callas,
de morderte el labio y de sin querer seducirme.

Pensaba en ti,
de esa forma en la que piensas los días,
suave, llana, superflua;
con mi corazón en tus manos,
sabiendo que te extraño,
que te nombro cada noche,
que te beso cada que fumo,
cada que sonrío.

Pensaba en ti,
solamente en ti,
solamente tuyo;
en ti, en esta soledad compartida;
en nuestras risas,
en aquellas miradas cómplices,
en nuestras copas chocando,
en tu voz,
la melodía de mis sueños,
en tu piel,
en tus caderas de diosa,
en aquella carita de ángel,
en ti.

Pensaba en ti y no en nosotros,
egoísta; solo.

Pensaba en ti,
pensaba en vos,
pensaba en usted,
pensaba en ti...

domingo, 3 de junio de 2018

Sueño.

Saliste desde uno de mis sueños,
así, en plena madrugada me sorprendiste,
me llenaste de fe,
alegraste mi corazón;
con esa sonrisa tuya iluminaste el lugar;
tu cintura, tu hermosa figura,
todo perfecto, tal cual,
así, como en mis sueños.

De repente llegaste, 
no sabía si fue el alcohol,
mi soledad o mi buena suerte;
pero ahí estabas tú,
con esa ternura tan tuya,
la inocencia que luces tan bien.

Tenías tus ojos miel clavados en mí,
en mi barba y en como te miraba;
me sonreías mientras fumaba, 
arrancando desde mi fondo suspiros;
me escuchaste hablar de letras,
te escuche reír,
y así fue la primera vez,
esa de donde nunca regrese,
ahogado en ese mar de color ámbar,
en tu suave piel,
en tus mágicos detalles,
los suaves destellos de mi pasión.

Y así nació un sentimiento clandestino,
de esos que te hacen volver a creer;
que a pesar de que no puede ser gritado,
se siente aún más,
que devuelve la fe,
además de inspirar,
de esos que te pasan una vez en la vida,
que te demuestran que te puede ir bien,
de esos de los que los poetas hablan.

Y aquí sigo, como ese primer día,
amando que hayas salido de mis sueños,
que termines aquí abrazándome,
sonriendo linda mientras te miro,
así, como salida de un sueño...