martes, 25 de noviembre de 2014

Electrocardiograma

A través de unas luces te vieron,
dijeron que estabas aquí,
metida en mi lado izquierdo,
una afección cardiaca, gritaron.

Yo no me siento tan mal,
vivo feliz, tranquilo,
desde que llegaste todo es felicidad,
ellos me tienen en observacion,
creen que eres un mal.

No se dan cuenta de la verdad,
que beso a beso eres mi realidad,
que me aceleras el corazón, 
pero que no eres una enfermedad mortal.

martes, 11 de noviembre de 2014

Tu pasión y mi pasión.

En tu ser están ocultos el cielo y el mar,
el mismo paraíso que de repente se hace infierno;
a veces mío, en veces nuestro,
en ocasiones helado, gélido, congelante,
otras cálido, abrazador, un hogar.

Es en tu cuerpo, dulce fortaleza de mi alma,
fuerte bastión de mi deseo, donde veo la luz,
esa luz que se descuelga de tus pupilas,
que se desboca cabalgando tu vientre,
o nadando en ti,
en tus aguas de pasión y deseo,
en tu mar de sensualidad,
en tus pechos de cielo.

Y yo aquí, parado,
admirando el paisaje,
aquél que sin salir del cuarto me ha dejado sin respiración;
esa candidez de tu alma,
misma que se esfuma con la primera caricia,
llenando de picardía la habitación;
tibio calor que enciendo la hoguera,
tu pasión y mi pasión.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Y ahí estás...

Y ahí estás, tú, de nuevo tú,
estirándome la mano antes de saltar al vacío,
salvándome otra vez,
reconfortándome como siempre.

Eres esa paz de mi interior,
ese dulce momento en que me despojo de mí,
en el que me entrego a ti,
completo.

Dulce guerrera llena de valor,
tu tenacidad con la que sacas mis sonrisas me envuelve,
me contagia de ti,
de este mágico amor que brota de tu pecho.

Y tú, con la sutileza de la paz,
con la belleza de un paisaje nevado,
con el calor de mil soles,
me abrazas;
suave caricia que me transporta a un nuevo lugar.

Son tus ojos ese paraíso que me calma,
tus brazos el hogar de mi paciencia,
tu pecho ese mágico recital de latidos,
como punto final tus besos eternos.

Y ahí estás tú, de nuevo,
luchando junto a mí,
dándome poder,
regalándome la esperanza que me faltaba...

lunes, 3 de noviembre de 2014

Encontarte...

Y sin pensarlo te encontré,
escondida en la sutileza de la cotidianidad,
ahí, mostrando tu belleza en la simplicidad,
justo donde se me había olvidado buscar.

Sin planearlo robaste una parte de mí,
salió tras de ti al verte,
detrás de esa sonrisa angelical,
se metió en el pecho donde quiero vivir.

Por fin te encontré, 
justo cuando andaba sin buscarte,
mira que ironía del destino,
en este momento encontrarte.