Hay un misterio en tu mirada,
dos razones mágicas para atarme,
insondable espacio en donde deambulo;
dulce depositorio de mis versos.
Aún no concibo tu idea de mirarme,
de abrazarte a mi sonrisa chueca;
a tu pretexto tonto del «así eres tú»,
a hacerme renacer cada que miro tu sonrisa.
Hay un mito que dicta que desde tu vientre nació la paz;
que los montes saben a lo que saben tus senos;
que en los valles anida la fecundidad de tu vientre;
el mito que dice que yo conquistaré ese mundo.
Tal vez sea el que te siga idealizando;
o que tal vez seas etérea.
Tal vez es que seas esa novela eterna que está inconclusa,
esa tinta que escurre desde la pluma;
o tal vez seas solo el poema corto pero verdadero.
Tal vez ese misterio en tu mirada es el que me hace escribir...
Tal vez...