domingo, 26 de agosto de 2018

Hoy no es primavera...

Hoy el clima me miente,
me engaña,
¿cómo les digo a los rosales qué es mayo?
¿cómo explicarles que el invierno se fue?
¿cómo si el frío sigue?

Hoy el clima me engaña,
sigue siendo invierno,
como en tus besos;
sigue reinando el frío,
sigue siendo invierno,
con tus gélidas caricias.

Hoy el clima me engaña,
como mi soledad,
queriendo creer que es primavera,
que todo florece,
que el color reina,
que el calor nos cubre,
pero no,
el calor se merma ante las nubes,
ante el silencio,
los colores dan paso a lo gris,
a lo nublado,
a lo frío.

Hoy no hay forma de llamarle primavera,
ni afuera, ni dentro,
hoy sigue siendo invierno.

lunes, 20 de agosto de 2018

Se extingue...

Y de repente se extingue,
se acaba el fuego,
la pasión pasa a segundo plano,
la costumbre vence,
maldita...

Los besos se van haciendo menos,
las caricias se rechazan,
los roces tiernos,
las miradas se ausentan,
los candiles apagan su luz.

Así es como pasa,
la costumbre le gana al amor,
a esa estúpida idea de creer que es inmortal,
que pese a todo, el otro estará...
las mentiras piadosas.

Así es como va muriendo,
como se va acabando el amor,
enfermo de desilusión,
desolado en la pena de terminar,
sin sentido,
como este poema.

Así se extingue,
por la terquedad de uno,
por una lucha que no se hace,
por un sabor amargo,
por la derrota,
por sentir que se apostó de más.

Al final, quema igual,
quedando como un principio,
siendo dos extraños que se conocen bien,
como dos ajenos que alguna vez fueron propios,
como dos gotas de lluvia que no se funden.

Así, ni tan de repente, se extingue...

domingo, 12 de agosto de 2018

Todo esto funcionará...

Hay heridas profundas que no sanan:
los desdenes a un corazón que da,
los desaires a una caricia sincera,
los te quiero que se pierden,
la impavidez tras un beso.

Y así es como pasa,
la costumbre va ganando espacio,
la sombra que nos ilumina regresa a la penumbra;
el día se vuelve noche,
las palabras se ausentan,
los detalles no llenan,
la exigencia crece,
o simplemente se va.

El corazón frena los embates en el pecho,
el ocaso se junta con el otoño,
la noche con el invierno,
así, estoquean a la primavera y la luz,
a la alegría de verte,
a la emoción de reflejarme en tus ojos,
esos que ya no me miran más;
de desatar tu sonrisa,
dan paso a la impotencia de verte alejarte;
ahora los rechazos van y vienen,
las barreras y los silencios,
las palabras sin respuesta,
las odas a un silencio sepulcral,
ese a donde van todos los muertos,
ahí donde ya no regresan.

Y así descubro la triste realidad,
siempre he amado erróneamente;
cuando no era tiempo;
cuando las ganas no fueron deseo;
cuando la cortesía no fue interés;
cuando la costumbre no fue amor;
ahí, donde solo me encontraba yo.

‪Al final no me arrepiento de amarte así; ‬
‪en alguna ocasión todo esto funcionará...

domingo, 5 de agosto de 2018

El tiempo...

A veces el tiempo es cruel,
que no se debe mezclar con distancia,
ni mucho menos con soledad,
con olvido,
con recuerdos que se van marchitando;
se convierte en un bálsamo doloroso.

Es cruel,
te recuerda la realidad,
un sentimiento que va muriendo,
que aunque se rehusa a redimirse,
se debilita,
muere,
se gangrena.

El tiempo es cruel, pero sabio,
o eso decían los antiguos;
te pone a las personas correctas,
te quita los pesos innecesarios,
te libera amarras;
lo complicado es cuando no deseas zarpar,
cuando el sentimiento es ancla,
cuando el dolor no importa,
cuando se ama de verdad.

El tiempo es cruel, pero sabe,
o eso espero,
porque está agonía me mata,
porque la confusión es fuerte,
porque el sol ya no brilla,
porque al final duele.

El tiempo es sabio, pero cruel...