jueves, 26 de abril de 2018

El destino es un cabrón...

El destino es un cabrón;
juega de tal forma con las soledades que las enreda;
que las complica retándose a si mismo; 
que las dilata y maquilla;
las estropea.

El destino es un cabrón; 
te presenta amores perfectos en momentos incorrectos;
historias de amor en vasos vacíos;
alegrías llenas de lágrimas y dolor.

El destino nos odia a veces;
te rompe el corazón tantas que no puedes recordar;
te hincha con un amor tóxico,
te alborota con un amor imposible,
te da el tiro de gracia con una historia sin final.

El destino es un cabrón;
te hace querer cuando no se puede;
te hace luchar por algo que está perdido;
te pone el amor de tu vida en el momento equivocado;
el destino es un cabrón...

jueves, 12 de abril de 2018

Miro...

Miro tu rostro de niña,
me sonríes discreta,
esperando que nadie se de cuenta;
me fascina tu ternura,
ese halo de inocencia que transmites,
que inunda de paz el espacio,
que se apropia de mis sentidos,
que me hace sonreír sin prisa.

Podría mirarte horas, días o años,
podría hacerlo y sentir que me hace falta;
sentir tus manos junto a las mías,
ese roce de tus pies con mis piernas,
tus abrazos que me juntan el alma,
que recaban mis pedazos,
que me regresan a mi sitio.

Así, te miro, cuidando que no me miren,
en esa clandestinidad de este cariño,
de este contrabando de sentimientos,
del secreto guardado,
de mi grito mudo de te quiero cada que te miro.

Te miro así, 
con esa fe restaurada en algo que creía muerto,
con un deseo nato por besar cada espacio de ti,
con esa ternura con la que se mira a lo querido,
así, tan simple y llano,
diáfano con tus sentimientos.

Y así voy callando este sentimiento,
voy queriendo tocar tu piel de nuevo,
esa tersa y suave sensación de paz;
voy queriendo amarte sin barrera,
pensando en lo complicado,
pero asegurando que pueda ser,
pueda ser la historia de tu vida,
la que se quede guardada,
las letras en la piel y los besos;
ser el hombre para esta gran mujer.

domingo, 8 de abril de 2018

Podría pasarme la vida...

Podría pasar las noches pensando en ti,
en la dulce forma que tienes de mirarme,
en esa sonrisa perfecta y sincera,
en la sutil sensación de paz cuando te veo.

Podría pensar en ti todo el día,
en el sabor de tus labios,
en el color de tus hermosos ojos,
en esa manía que tienes de mover tu cabello,
en la saciedad de mi deseo en tu boca,
de tus abrazos esporádicos y sorpresivos,
en nuestros cafés,
en tu sabor a chocolate,
en mis dramas existenciales.

Podría pasarme la vida pensando en ti,
sonriéndome a cada mañana;
en ti, diciéndome que vuelva,
en cuando me descubriste pecador,
en cuando me disolviste las culpas,
en la forma perfecta de tu pensar,
en tus dramas de niña,
en tus sueños de diosa,
en tus logros de reina,
en tus deseos de mujer.

Podría pasarme la vida pensando en ti,
pero entonces, ya qué haría...

lunes, 2 de abril de 2018

Vuelve...

Vuelve el éxodo de la sangre,
ese intercambio por la fría tinta,
por las letras y los puntos,
por la vieja poesía,
de los viejos autores,
de los amores que ya no se ven.

Vuelve la apatía del pecho,
la sensación de pesadumbre,
de hastío,
de esta soledad que me reclamaba,
la buena y adorada melancolía.

Regresan los desvelos sin motivos,
con sonrisas detrás de cada punto final,
de la novelas intensas de un fuego eterno,
de un amor que no muere,
de decepciones pasajeras y sórdidas,
de un tumulto solitario.

Vuelven los lugares fríos en primavera,
vuelven los retazos de mi ser,
vuelve el cuervo tras el pavo real;
vuelve la noche,
vuelven las lunas,
vuelve el poeta cansado de luchar.

Y así, paso a paso,
galopa el regreso el triste soñador,
ese que sueña con prismas,
que espera siempre de más,
que alucina con su historia de amor,
sin darse cuenta que esta destinado al desamor....