Don Vito. (In memoriam)

Me miras ahí, sin pensar,
parado a un costado de la eternidad,
me miras así, sin pasar,
tus pasos cansados pudiste aliviar.

Estas ahí, sin intervenir,
tan sólo esa mueca de tu sonreír,
te miro de pie, justo ahí,
donde el cielo pregunta por ti,

Te miro ahí, orgulloso,
en esa tu casa, aquél bello coso,
te veo ahí, veo que me ves,
tu legado tal vez.

Te veo ahí, tranquilo,
sereno, mirando alrededor,
calculando la vida,
mejorando el color.

Te veo ahí en tus herramientas,
donde creaste para mi tantas tretas,
te veo ahí en tus establos,
donde recordamos al señor de los caballos.

Te veo ahí, sin mentir,
tan sólo tu cara que me hace feliz,
te miro ahí, tan orgulloso,
de la familia que hiciste Victor glorioso...

Para Victor Santos Álvarez (1926-1999) que Dios te bendiga abuelito...

Veo.

Tumbado en mi cuarto estoy,
recostado busco quién soy,
desde hace tiempo veo yo,
que lo de alrededor no venció.

Veo la cama diferente,
una brisa de emoción,
veo los libros sin lentes,
tumbados en este buró.

Veo historias finitas,
que terminan en canción,
veo revoluciones fugaces,
con un baile por coronación.

Desde el muro el che me mira,
con su cara de satisfacción,
es después de varias lunas,
cuando al fin la revolución llegó.

Esta guerra ya he ganado,
con tiempo de antelación,
la última batalla ha dejado,
dos almas unidad en amor.