domingo, 21 de octubre de 2018

Ahí estaré...

El silencio de tu sonrisa,
el celofán que parece cubrirte,
ese aire en el ambiente mientras descansas,
mientras me miras desnuda,
en ese escenario perfecto,
de ti y de mí, amándonos.

Crees tú que es una despedida;
pero lamento decirte algo:
los bohemios no nos sabemos despedir,
menos, cuando me has hecho tanto bien;
ahí, dentro de tus sonrisas,
de esa piel suave y avainillada,
de tus besos y de tus caricias,
de ese hielo que me incendia.

Podrás pensar que me voy,
pero, lamento decir que no es tan fácil,
que no te desharás de mí, está vez,
que mi amor por ti es más fuerte,
que estaré aquí, en la tramoya de tu vida.

Así, detrás de cada beso,
de cada sonrisa,
estaré ahí, cumpliendo la promesa,
confesándome en tus pechos,
abrazando tus penas,
amándote en secreto,
escondiendo te amos en actos suicidas,
en risas paralelas,
en mares de historias que juntos nos crean.

Ahí estaré,
desde siempre,
cuidando el paso que des,
iluminando el sendero,
corrigiendo tus paso,
siendo tu conciencia algo descarriada.

Ahí estaré...

domingo, 14 de octubre de 2018

El destino...

A veces el destino es cruel,
lo es, para nosotros que no sabemos amar,
que no entendemos sus juegos,
sus estrategias, sus tácticas;
es cruel, pero no tonto;
te invita a volver a soñar,
a pensar más allá,
a caminar con visión,
a aprender a amar.

A veces decir adiós es quedarse;
otras, seguir luchando significa morir,
al final, solo tenemos que aprender,
que las caricias son caricias,
que los besos son besos,
que una historia va más allá;
que los finales no existen,
que los ciclos se cierran y vuelven a comenzar,
que el secreto está en ese vientre,
en esa mirada,
en la sensación de paz,
en el abrazo sincero,
más allá de una etiqueta.

El destino es cruel, pero sabio,
nos mueve y nos coloca donde debemos,
en el instante perfecto,
en la gota precisa que forma un mar,
el destino es sabio, pero cruel...

lunes, 8 de octubre de 2018

No sabes cuanto nace de ti...

No sabes cuanto nace de ti,
de tus besos,
de tu roce tranquilo y sereno,
de tu mirada clara y bella,
de tu ser que para mí es perfecto.

No sabes cuánto logras crear,
un universo de amor en mí,
una sonrisa fácil desde mis labios,
mil poemas e historias,
o este galopante palpitar,
todo por ti.

Si supieras todo lo que nace de ti,
de tus piernas perfectas,
de tus pechos idóneos,
de tus caderas precisas,
de ese sol que vive en ti,
de las sonrisas que guardas,
de tu alma de niña,
de tu sensualidad de mujer,
de tu forma de diosa,
todo de ti,
solo de ti, 
para mí...