Hay veces que el valor te sobra
momentos que te hacen quebrar los miedos
salir y emprender el vuelo
enfrentarte a la tormenta y flotar.
Con la merma en los nervios
con el corazón en la mano
con las agallas bien puestas
y dispuesto a todo;
a contar lo que sientes
a desnudar el sentimiento
a decirte que te quiero
que me gustas y que me muero.
Así, con esa valentía kamikaze
con el amor en los ojos
con tu sonrisa en los labios
con ese deseo de besarte.
Y con ese impulso te lo dije
que lo escondo en mis «¿ya llegaste a casa?»
en los más puros «me alegra verte»
en pensar en un imposible
mientras te amo en silencio
mientras no puedo besarte
mientras el instinto se guarda para no llamarte
ahí donde nace la pasión y el deseo
donde me rozan tus manos
donde nos podemos amar sin tiempo
si nos dejan
sin temores
con lo que sientes
con lo que siento
siempre libres
sin tabúes.
Y por fin, confeso de mis culpas
de quererte sin medida
de ver en ti a mi musa
de inspirar en ti mi vida
mientras tu guardas silencio y me miras
ahí, donde sé que en el fondo lo sientes
lo vives y me lo dices
con tus miradas y sonrisas
con la luna de testigo
con tus abrazos y tus besos
ahí donde no existen los miedos
en donde si podemos querernos
en donde solo estamos los dos.
