sábado, 8 de octubre de 2016

Insoportable...

Tu recuerdo me persigue,
te nombra en el vals que bailabas en la cocina;
en ese susurro que se cuela por la ventana;
en el silbido de la cafetera;
tan insoportable el recuerdo,
ese de tu respirar pausado sobre mi pecho,
ese que se mete en mi mente mientras no estás,
el mismo que me recuerda el limpio viento otoñal. 

Es insoportable despertar sin que tu estés,
sin tus tiernas rosas sobre el jarrón,
sin tus trigueñas caderas sobre el edredón,
sin tus muslos tibios y sedosos,
sin tus ojos tan pacíficos;
esa desesperación de no verte otra vez.

Ese maldito sentimiento de vacío,
de comer sin hambre,
de besar sin ganas,
de hacer el amor y que no seas tú;
ese mismo que me maldice desde que no estás,
con el sabor impuro de tu ser,
de tu sonrisa después de pecar;
de tus besos en mi pecho al terminar;
del humo de tus cigarros cuando terminas;
ese sentimiento de callar que te extraño.

Es insoportable el pensar que no estás;
que no estás y que sigues viva;
que sigues viva y que eres libre;
que eres libre y eres feliz;
que eres feliz, sin mí. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario