domingo, 18 de septiembre de 2016

Ma came...

El sabor de tu ser se desliza por tu cuerpo,
la magia de tu esencia exuda por tus poros;
me inunda, me llena y me moja,
me enerva;
me eleva a un nuevo sitio;
me vuela y me ilumina;
me serena y me acelera;
me transforma y me trastoca;
me regenera.

El vicio de tu ser,
el sabor enervante de tus caderas húmedas;
el aroma de tus cabellos mecidos en el viento;
la forma de tu figura desnuda frente a mí,
tus pechos pequeños y perfectos,
tus valles salvajes que invitan a pecar,
tu sonrisa inocente y traviesa,
los hoyuelos de tus mejillas,
tu espalda baja,
tus torneadas piernas que miden sesenta y cinco besos;
la sensación de tu piel erizada,
tus gemidos en mi oído.

Mi sensación de placer y deseo,
mi culpabilidad y temor,
mi vicio y mi placebo,
mi vida y mi locura.

Mi enervante dosis de ti,
aquella que me matará,
que me tiene al borde,
mi vicio... tu es ma came. 

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