Estás en el cajón, pero no el de los recuerdos, estás en el cajón de apretalamiento, aquél en donde solamente entran mis penas, estás en ese cajón en donde saldrás solo para el olvido, estás ahí esperando a que monte una pena más para soltarla de una vez por todas.
Estoy preparado, me siento listo para dejarte ir, mi mente solo piensa en eso, mi corazón late muy fuerte, mi respiración es entrecortada, la adrenalina me invade, todo esto como presagio de lo que será tu adiós.
Tomo mi sombrero charro, lo ciño a mi cabeza, con el barbiquejo lo fijo bien, estoy preparado y solamente tengo una cosa en mente, dejarte ir con esta monta.
Pido puerta, tú te has convertido en esa pena que ahora mismo estoy enfrentando, en esa pena que se ha materializado en toro y que busca a toda costa derribarme, solo que por desgracia enfrente tiene a un valiente jinete.
Reparo tras reparo aguanto sobre los lomos de esta pena, de este toro negro como la noche, como aquellas noches en que lloré las tristezas de tus desprecios, pero poco a poco calman los reparos, los bríos de aquella pena han cesado, la he vencido, ahora has pasado al olvido...
Blog dedicado a la poesía y algunas otras manifestaciones de la literatura.
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