Aqui estoy, solo, burlandome del destino, acá estoy, riendome en su cara de desesperado, mientras yo tomó café.
Sorbo a sorbo lo veo buscandome, sin saber que a él ya lo he encontrado yo, fumo un cugarrillo, pobre el que tan desesperado busca sin hallar nada.
Su desfortunio me ablanda, me compadece, cuando estoy a punto de llamarle, una tersa mano tapa mi boca, eres tú, dulce mujer, eres tú.
Quitas tu mano y me besas, ahora el destino tiene que esperar, tiene que buscar mejor, ha llegado la que burla al destino, la que lo vuelve inútil, la guardiana de ese mismo, que me invita a pausar el tiempo con un beso divino...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario