miércoles, 19 de febrero de 2014

Póstumo.

Soñé con tu voz, con tu latido,
con esa paz que me dan los campos,
con el calor de las mañanas,
con el tibio aroma de tu aliento.

Soñé otra vez con ese rojo de tus labios,
tan parecido a las hojas del otoño,
las que amábamos pisar en la avenida,
las tardes que sorpresivamente nos amamos.

Soñé en volver a sentarme en un tronco,
en esa sensación de mar,
en que he vuelto a soñar,
que he vuelto a ver a mis demonios,
esos ruines que me han hecho regresar.

Soñé con verme en tus pupilas,
esas burbujas hechas de tornasol,
esos míticos orbes en donde vivo,
luchando siempre por amor.

Volví a soñar con una patria libre, 
con luchar por vivir junto a ti,
con la libertad que una vez yo tuve,
con las promesas que siempre te di.

Desde este umbral te escribo,
esta carta que tal vez no llegará,
un tierno beso que jamás te he dado,
o esta lágrima que resbala por ti.

Perdón por irme de tu lado,
sabes que mi terquedad puede más que yo,
puede ser que pienses que no te he amado,
pero por eso es que he ido yo.

Hoy te escribo soñando,
desde una celda, o desde el panteón,
sólo no olvides que pensando en tus brazos,
este guerrero cayó por tu amor... 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario