jueves, 16 de enero de 2014

Playa

Con el sol reflejado en la playa de tu vientre, 
cálido, distante, regalándome su tibieza rebosante, 
me encuentro yo, junto a tus bellos volcanes, 
leyendo mientras tú disfrutas de la melodía del amor.

Con las ganas a tope de quemarte la boca,
de romperla a besos de sinceridad,
de quemar tu dulce cuerpo de cristal,
con las caricias más bellas de este tiempo.

Me viro hacia ti, 
tú, la más bella musa que he encontrado,
la que en su sonrisa guarda los secretos del universo,
la que hace que las palabras se conviertan en besos.

Te tomo, hacemos brillar,
cuando te puedo tocar, la vida cobra sentido,
le das el equilibrio a la realidad,
a un distante mundo que se ha perdido.

Después te miro, sigues ahí,
con esa sonrisa entre los dientes, 
pidiéndome que lo haga otra vez,
diciendo sin palabras que me aferre a tu ser.

Entonces me pierdo, eres mi bella condena,
la contradicción maldita de todo mi ser,
la playa perfecta que retumba con mis olas,
mi descanso eterno de hondo placer.

Por eso regreso cada noche oscura, 
a ti, mi playa perfecta hecha mujer,
porque es en tu pecho donde he encontrado,
el calor que ni de mil soles, podré obtener.

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