miércoles, 8 de enero de 2014

Con olor a vainilla.

Sentado en una vieja cafetería, 
respirando el tibio olor a vainilla,
sorbo a sorbo descubro el fondo de la taza, 
ahí es donde te encuentro a ti.

Entre violines y pianos escucho tu nombre,
en el humo del cigarro formo tu silueta,
te encuentro ahí,
me sorprendo y miro de nuevo,
ya no estas.

¿Cómo estas?, me atrevo a preguntarte,
no encuentro una respuesta,
¿Será que el silencio es la respuesta?.
no lo sé, sólo sé que estas ahí.

La mirada se me va,
tomo otro sorbo de aquél café,
me miro reflejado en el,
con la música te nombro,
es la última vez.

Es aquí que comprendo, 
entre mi soledad y tus besos,
me descubro al fin,
si te amo, pero rezo,
que tengas un final feliz,
es momento de irme,
tan sólo un soliloquio tonto tal vez,
pero es el último, tal vez... 

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