jueves, 29 de diciembre de 2011

Albatros.

Cuando el sol se oculta tras las colinas, mi mente vuela hacia ti, vuela como ese albatros con sus inmensas alas, tan grandes para llegar más rápido a ti, esas alas enormes, perfectas para darte un abrazo aún más grande.

Tal cual como ese albatros, vuelo sobre el hermoso mar de tus ojos, extiendo mis alas teniendo como objetivo el fondo de tu hermoso mirar, no importa que tan larga sea la travesía si al final tus pupilas me envuelven con ese calor celestial.

Y es que como ese albatros soy capaz de volar hasta ti, no importando la distancia ni el tiempo, si al final puedo disfrutar de una linda sonrisa proveniente de ese bello ser que ilumina mis instintos y que me alegra con sus miradas.

Por ti podría ser ese albatros de amor, ese albatros que vuele desde lejos para ti, que no importa que tan agotado esté, no cierra sus alas hasta llegar a ese lugar, ese preciso lugar en donde estés tú, ese albatros al que no le importaría morir si lo hiciera en tus brazos.

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