Cabalgando.

Cabalgo a través de una pradera encima de un hermoso lipizzano blanco, al fondo veo una hermosa hacienda, en la entrada estás tú, hermosa como siempre, con tu rostro angelical y esa mueca que me ilumina el alma saludándome.

Me acerco a galope para llegar más rápido hasta ti, la ansias me comen para poder probar ese místico y hermoso sabor de tus labios, llego hasta ti, desmonto ese hermoso caballo, tomo tu mano, la beso, te abrazo, siento nuestro corazones fundidos en un solo latir, te beso, primero la frente después en los labios.

Te invito a subir a ese corcel, me das la mano, guío el caballo para ti, camino jalando el caballo, frenándolo continuamente para besarte, me pides que suba al bello corcel y que cabalgue junto a ti, no lo pienso dos veces y subo a tu lado.

Cabalgamos juntos, tu abrazándome, aferrándote a mi espalda con tus hermosas y pequeñas manos, siento tu aliento en mi cuello, tus manos van hacia mi pecho, sientes mi latir, me pides que te dé un beso, sin pensarlo volteo y te complazco.

Yo me siento el hombre más feliz del mundo, al mirarte, veo volar tu hermoso cabello, en tus ojos me quiero reflejar, pero esquivas mi mirada, aunque sé que esos hermosos mares de miel me calman, el corcel cabalga, es el cómplice perfecto para nuestros corazones.

Cabalgamos a través de un campo lleno de tulipanes, detengo el caballo, desmonto, aún no sabes lo que haré, tomo la soga y guío al caballo, mientras tanto tu lo acaricias mientras yo suspiro, corto aquellas hermosas flores, las arranco para ti.

Seguimos cabalgando hasta encontrar una pequeña playa, un hermoso paraíso solo para los dos, el sol comienza a caer y yo me encuentro con una postal que me roba el aliento, al fondo el sol cayendo hacia al mar, mientras tu me miras con un ramo de tulipanes en las manos, corro hacia ti, me abrazas, el escuchar un simple te quiero de tu boca me recorre el cuerpo, tomo tiernamente tu rostro y te beso en los labios, cuando dejamos de besarnos la luna nos había sorprendido, pido que escojas una estrella, la miras, la señalas, yo solo digo que con un tierno beso te llevaré hasta ella...