martes, 21 de febrero de 2012

Noche hermosa.

Mi mirada se posta sobre horizonte, el amanecer se observa aún lejano, sobre una lejana colina se ve distante la luna solo rodeada por un puñado de estrellas.

Tu brazo se entrelaza al mío, como esa pequeña enredadera que abraza al roble siento tu mano acariciar mi brazo.

-Te quiero- me dices con esa tan dulce voz y yo solo te contesto besando tu frente.

Acostados en el pasto te abrazo y recuesto tu cabeza sobre mi pecho, la cálidez de tu ser me abriga, el embriagante aroma de tu cabello me termina por volver loco.

Ahí acostados sobre el pasto, uniendo nuestras almas en ese hermoso eatado de relajación, solo nos detenemos a encontrarle figuras al firmamento.

-Un corazón, esa nube tiene forma de corazón- me dijiste, solo te miro y beso tu rostro.

No quiero que llegue el amanecer, la noche nos ha regalado tanto amor, que ya siento que tú y yo nos hemos funfido en un solo ser.

Esta noche hermosa, te he regalado mi ser...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario