miércoles, 6 de agosto de 2014

Vives...

Vives en las ruinas de un whisky con agua,
flotando entre los resquicios de mi memoria,
entre el hielo que enfría mis penas
y ese sabor amargo del dolor.

Vives aún por mi terquedad,
esa misma que no me deja soltarte,
que me impide tomarte de fondo,
que te mantiene flotando en el humo del cigarro.

Vives en la resaca de no poderte besar,
en la tibia embriaguez de mis mejillas,
en las ojeras de mis párpados,
epitafios de un amor que no fue.

Vives como un muerto viviente,
en tu dulce sonrisa que no me canso de recordar,
en la blancura de tus carnes,
en tus labios carmín que sigo besando.

Vives como un fantasma,
clavada en lo más profundo de mi mente,
en mi tatuaje del alma,
en ese misterioso hilo que me unió a ti.

Vives, aún, en mí...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario