Usted...

Usted, usted provoca algo en mi,
algo que no se ni como describir,
usted es como una dueña de mi,
mi corazón simplemente no deja de sentir.

Usted, una pequeña diosa,
aquella niña con una sonrisa preciosa,
se adueña de cada parte de mi,
solo con hacerme sonreír.

Usted, altiva y hermosa dama,
por su corazón mi alma clama,
que con una sonrisa desnuda mi alma,
usted es el fuego de mi llama.

Usted, hermosa princesa,
aquella que  es mi entereza,
la artista que pinta mi calma,
usted, es la que enciende mi flama.

Usted, infalible musa,
que a las nostalgias estruja,
que a las sonrisas enciende,
la que mi pecho sorprende.

Hoy, hoy le hablo de usted,
para enaltecer el respeto,
hoy le hablo de usted,
porque es dueña de algo de mi pecho.