Hay un tiempo perfecto
lo hay en tus caderas finas
está en tu rostro elegante
en tus manos suaves
en tus dedos delicado
en la forma en que tomas mi mano
en la sutileza de tus palabras
esos muros que levantas ante mí
en decirme que no te ame
no aún, no ya;
está en tus miedos
en mis valentías
en nuestra impuntualidad
ajustando los relojes
amándote a mis horas
huyendo de ti
pero a la vez quedándome
entre esos dulces ojos
entre esa maldad oculta
entre las soledades
me quedo en ese tiempo perfecto
ese que me lo dan tus sonrisas
tus pestañas mientras me miras
tus angelados pasos
tu simetría perfecta
en esos pequeños esbozos de amor
en ti, mi pequeña diosa
mi Venus con cola de caballo
en tus labios sabor a chocolate blanco
a tus suspiros de aroma a pan de elote
a tus piernas perfectas
a tu imperfección
a la maravilla de saberte cerca
a mis dramas y tu orgullo
ese tiempo perfecto para ser
o no serlo...
En ese tiempo perfecto que me das tú
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