viernes, 2 de octubre de 2015

Paraíso.

Hay una humedad diferente en ti,
como una marabunta que inunda tus muslos,
que poco a poco me consume,
que loco me vuelve en tu calor.

Son tus pechos esos templos de mi paz,
el lugar donde descanso después del apoteósico final,
el lugar donde el orgasmo reposa,
el exhalar de tu calor vanal.

Es tu cuerpo mi templo del deseo,
dunas de un desierto que despierta el erotismo,
manantiales de deseo que brotan de tu vientre,
ríos de mi soledad que me invitan a pecar en ti.

Tú, diosa de fantasías,
catedral de caricias y besos,
bendecida de sudor perfecto,
orgasmica comunión de dos.

Mi paraíso hecho mujer...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario