miércoles, 16 de septiembre de 2015

Sentenciado.

Vivo sentenciado a ti,
a tu recuerdo que me nombra,
al tenue sonido de tu voz,
a tu hablar presuroso,
o a esa tersura de tu piel.

Vivo sentenciado a esos pechos,
a mi hogar en tu costado siniestro,
a tus besos con filo,
a la plácida sensación de paz que se va,
al caos dentro de tu mente.

Vivo sentenciado a vivir sin ti,
a estar contigo,
a amarte como duele, desde la soledad;
vivo sentenciado a tu boca,
a tus carnes, a tu voz,
a ese humor tan tuyo un domingo en la mañana,
a la sensación de lluvia de tu piel mojada,
sentenciado a ti, por el resto de mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario