lunes, 6 de mayo de 2013

Te miro

Callado,
te observo dormir,
eres tan bella,
no sé que decir.

Te miro,
contemplo tu ser,
callada,
durmiendo con placer.

Estas cansada,
descansas sobre mi,
entre mi cuerpo reposas,
yo te quiero para mí.

Me da miedo el espacio,
pavor tu ausencia,
el hueco de mis brazos,
me pide tu presencia.

Tú despiertas,
me miras sin fuerza,
te beso despacio,
me besas de vuelta.

No te vayas nunca,
réplico despacio,
me tocas la cara
y besas mis labios.

Y así comenzamos,
una historia infinita,
un poema que escribímos,
en las noches benditas.

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