lunes, 15 de abril de 2013

Porque...

Porque ya te veía sin siquiera mirarte,
porque en mi ya existía el deseo de mimarte,
porque tú cautivaste de mi cuerpo cada parte,
llenar mi vida lo convertiste en tu arte.

Porque un mar en calma no hizo al marinero,
porque un potro tranquilo no hizo al vaquero,
porque tu cuerpo no hizo mi deseo,
fue tu mente quien impulso ese anhelo.

Porque fuiste tú quien me animó a amarte,
regalándome tu voz en cada tarde,
dándome tu vida en cada detalle,
esos que tú nunca te cansas de darme.

Porque hoy te escribó desde la más honda parte,
hoy es mi corazón el que quiere hablarte,
hoy no te escribó para querer deslumbrarte,
hoy sólo lo hago para que me dejes amarte.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario