La Mancha se hace más grande,
un retorcido jinete va cabalgando,
sólo penando en su mente.
Un te quiero callado,
que se grita con el alma,
un castigo otorgado,
por ese que no ama...
pensó.
Un sueño prohibido,
un anhelo esperado,
una esperanza llana,
hoy se resquebraja...
va lamentando.
Con el alma herida,
va un jinete maltrecho,
con el alma rota,
va un quijote mocho.
Soñando con su Dulcinea,
pasea el esqueleto del caballo,
ya Sancho se ha ido,
hoy Alonso recobra su vida.
Esa locura que se va,
esa lucidez que regresa,
ya Don Quijote no es el mismo,
ya Alonso está de vuelta.
Hoy somos un Alonso Quijano,
tú, yo, ese Alonso, Quijote,
ese Quijote que conquisto la mancha,
ese Quijote que murió, loco, pero enamorado.
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